En el conjunto habitacional Bayona II, ubicado en la avenida Milagro Norte de Maracaibo, llevan 15 días con lagunas de aguas verdes que emanan un olor penetrante a residuos de alcantarilla. Cerca de 150 familias están expuestas a enfermedades infecciosas gastrointestinales a causa de la contaminación
El colector está tapado y las aguas negras manan de la cloaca sin impedimento frente al conjunto habitacional Bayona II, ubicado en la avenida Milagro Norte del municipio Maracaibo.
En la residencia reposan 12 torres de apartamentos donde viven cerca de 150 familias, las cuales se exponen a contraer enfermedades infecciosas gastrointestinales a causa de la contaminación que surge de la boca de visita como un río constante.
Desde hace 15 días, al pasar por la zona, la laguna de agua verdosa emana un olor penetrante a residuos de alcantarilla hacia una cuadra completa. Los carritos por puesto, buses y vehículos particulares esquivan el tramo de riesgo, aunque algunos sin éxito y arrastran las aguas putrefactas con ellos.
Alexis Pinto, vecino desde hace ocho años, relató que la situación es crítica y permanente. Una cuadrilla de Hidrolago se dirigió a la zona dos veces la semana pasada, pero luego de media hora de trabajo se retiraron con el camión vacum. El problema persistió.
El problema
El tubo colector frente a la residencia se dirige hacia el drenaje madre que pasa por la avenida. Constantemente se obstruye y ocasiona que la cloaca adyacente a los edificios colapse. Aunque las cuadrillas de Hidrolago la destapan cada cierto tiempo, se vuelve a tapar y continúa el ciclo.
En la temporada de lluvias la zona se caracteriza por inundarse a tal grado que la vialidad queda inutilizable y los carros deben pasar por el canal contrario, fenómeno que retrasa el flujo vehicular en la concurrida avenida. Las residencias sufren ya que la corriente turbia alcanza el estacionamiento interno y evita la salida: un colapso.
Crisis de agua
Aunado a las deficiencias de las tuberías de aguas servidas, la comunidad no cuenta con agua potable propia desde hace seis meses. Orlando Borjas, presidente del condominio de la primera etapa del conjunto residencial, denunció que la conexión adjudicada para surtir a los edificios fue desviada para abastecer del vital líquido al barrio Nuevo Amanecer, ubicado en la parte trasera. Ahora se ven en la necesidad de comprar cisternas para subsistir.
Compran cuatro camiones cisterna de 12 mil litros a la semana para abastecer de agua a los propietarios, es decir 16 pedidos al mes. El costo promedio es de 10 mil bolívares por cada camión, cuando el precio oficial establecido por la Intendencia es de siete mil 100.
Borjas aseguró que mantienen comunicación con las oficinas de la hidrológica para que se solventen ambos problemas. De acuerdo a la última reunión con los administrativos serían incluidos en una mesa de agua, pero esperan por los detalles. Mientras el charco de agua se mantiene frente a la residencia.