Luis Alberto residía solo en su vivienda, no tenía familiares en el país. El “Chavo” mató a Miguel Ángel y en venganza asesinaron a su amigo colombiano
Al colombiano Luis Alberto Márquez Requena (31), lo asesinaron, en una distribuidora de chichas, en la avenida 7 con calle O del sector El Valle, barrio 18 de Octubre. Sus asesinos llegaron en una bicicleta y con una escopeta le dispararon un proyectil en la cabeza.
Ayer, a las 11.00 de la mañana, la Policía científica ya había levantado el cadáver y los empleados del establecimiento terminaban de lavar el piso para que el agua borrara el charco de sangre que quedó luego de que lo mataran.
Johana Labarca, empleada del local comercial, contó que “Luis vivía a cinco cuadras de la distribuidora, tenía dos años comprando aquí el alimento”. La compañera de trabajo comentó que al parecer, buscaban al “Chavo”, otro chichero que llegaba ahí, por asesinar a un presunto delincuente el domingo, en la noche.
La víctima, como todos los días, llegaba por la mañana a la casa de la esquina a comprar la bebida para después venderla en su carrito de chicha.
La relación
La Policía informó que el “Chavo” se encontraba en el barrio La Lucha, parroquia Coquivacoa y Miguel Ángel Gómez Leal intentó atracarlo, este se defendió y le clavó un cuchillo en el pecho, de inmediato huyó. Los familiares de Gómez lo trasladaron a la emergencia del Hospital Adolfo Pons, donde ingresó sin signos vitales.
Al día siguiente, dos amigos de Miguel se montaron en una bicicleta, salieron a buscar al “Chavo” para vengar la muerte del muchacho, al llegar a la barriada, no lo encontraron pero se toparon con su amigo, originario de Colombia. Con una escopeta, uno de los delincuentes le disparó en la cabeza a Luis y abandonaron la escena, relató un vecino.
Los familiares de Gómez le contaron a las autoridades otra versión, detallaron que el joven estaba en el frente de su casa, el “Chavo” llegó y sin mediar palabras lo atacó con el cuchillo.
Un funcionario detalló que Miguel Ángel presentó antecedentes por los delitos de porte ilícito de drogas y robo agravado. La Policía científica maneja ambos casos como venganza e investigan el paradero de los homicidas.