Mark David Chapman asesinó de cinco disparos a John Lennon el 8 de diciembre de 1980 a las puertas de su casa en el edificio Dakota, donde el ex Beatle y Yoko Ono regresaban tras una sesión de grabación en Record Plant Studio
El asesino, que ahora cuenta con 63 años, fue condenado a cadena perpetua y permanece en una prisión de máxima seguridad en Wende en el norte del estado de Nueva York. Desde el año 2000, Chapman solicita cada dos años su libertad condicional, que la Junta de Libertad Condicional rechazó hasta en nueve ocasiones.
A finales de mes, en torno al día 20, el asesino confeso de Lennon se enfrentará de nuevo a esta institución que le denegó la libertad provisional en 2016 porque “su libertad sería incompatible con el bienestar de la sociedad y por lo tanto despreciaría la seriedad del crimen”.
Sin embargo, en esta ocasión, varios medios de comunicación americanos apuntan a que la Junta estaría dispuesta a valorar el comportamiento del recluso por encima de la gravedad del delito, de acuerdo con el Daily Mail. Así lo demostró con otros casos graves a los que se enfrentó en los últimos meses, como apunta el periódico Daily News.