Señor Ministro, si le faltan dólares para el mantenimiento, búsquelos en los que dan como concluidas las plantas sin estarlo. Eso sí sería una búsqueda electrizante
Persiste el abuso del agotado libreto del “sabotaje eléctrico” ahora elevado a “terrorismo”; amparándose en la opacidad que por un mil 794 días seguidos se le oculta al país la información del Sistema Eléctrico Nacional, (SEN). Es penoso el desempeño del nuevo Ministro de electricidad en sus primeras seis semanas en el cargo, que hasta en las faldas de la Canciller, se esconde para explicar como sabotaje una negligente falta de mantenimiento para los conocedores de la materia.
Señor Ministro, busque los culpables del creciente desastre eléctrico del país, a los corruptos que compraron unidades chatarras, a los autores de guisos para blindar sus cuentas personales. Señor Ministro, si le faltan dólares para el mantenimiento, búsquelos en los que dan como concluidas las plantas sin estarlo, y que han cobrado full dólares en instalaciones que no han alumbrado ni un solo bombillo. Eso sí sería una búsqueda electrizante, pero si sigue con el libreto del sabotaje, mejor cuéntenos una de vaqueros.
Señor Ministro, vea su entorno y el de sus predecesores todos camaradas suyos, allí están los responsables de: 1) Que el Zulia tenga tres ciclos combinados sin cerrar, más cuatro mil millones de dólares en guisos y rezagos de más de 5 mil días, 2) Allí también están los responsables del fiasco de Tocoma. 3) A los actores de la debacle de Planta Centro, Ramón Laguna y Tacoa. En Planta Centro, tres unidades acumulan casi un cuarto de siglo sin funcionar. Hoy su mejor unidad cumple seis años parada y reparada para seis años de servicio desde agosto 2012 y no les ha dado la gana de armar una faena de 30 días. 4) Busque quién le vació el Guri.
Ministro o usted cambia o el Pueblo lo cambiará, apresure el trote y cambie de rumbo. Señor General usted está llevando a la patria rumbo a la oscuridad. Usted será culpado, pues la ruralidad en pleno siglo XXI y sus cuentos de sabotajes, no son una fórmula para el éxito. ¡Manos a la obra que sí se puede!