Calamidad y desidia

Miles de venezolanos salieron a firmar comprometidos, en una muestra de civismo, para revocar la desidia y la calamidad que hoy día nos asfixia en el país

Dicen que la nostalgia es la alegría para neutralizar la tristeza, hoy evoca mi mente el recuerdo de una sublime gaita protestona, cuya escritura y contenido están hoy día más vigentes que nunca, grabada por los Cardenales del Éxito en el año 1980, interpretada por Carlitos González, titulada: “Gracias señor gobierno”, cuyo estribillo reza así: Gracias le queremos dar señor gobierno/Por permitir el infierno en que vivimos/Si de hambre nos morimos, moriremos del pesar/Al ver que van acabar con la patria en que nacimos.   

Mientras los vitoreados motores tan cacareados por el Gobierno nacional, se fundieron en el arranque, el pueblo entero está pasando lubricante del grueso, aceite de pipa, y mientras la esplendorosa canciller proclama a los cuatro vientos que tenemos alimentos para sustentar a tres naciones, los venezolanos se están comiendo un cable pelao, para la mayoría de la población venezolana, se ha vuelto un enorme reto cuesta arriba: “Poder llenar la nevera de alimentos”, los bajos salarios, la inflación fulminante y la terrible escasez atentan en el presente contra la estabilidad de la familia venezolana. 

Cada día se acentúa mas la peregrinación de numerosas familias jóvenes nacionales y la fuga de talento joven profesional venezolano hacia otras fronteras, hay que detener esto que nos duele y preocupa; el hambre no espera, el hambre desespera; las plegarias más comunes hoy día entre los venezolanos a saber: “Dios que podamos llevar hoy a nuestra familia los tres platos de comida”, “Dios que no se vaya a ir la energía eléctrica hoy”, “Dios concédenos el milagro de que llegue el agua hoy”; es que las condiciones precarias en que vivimos los venezolanos de hoy no dan tregua para soñar con un futuro alentador.

Hoy resuena en el colectivo nacional, como una huella que va desde la desdicha, manosea el fraude y concluye en el engaño, las declaraciones de abril de 2013 dadas a los principales medios de comunicación nacional, por el ministro de Energía Eléctrica, para la fecha, a saber: Jesse Chacón en las que afirmaba textualmente: “Si en 100 días no hemos logrado nada, pongo mi renuncia”, allí se comprometió a optimizar el servicio eléctrico nacional, quedando en evidencia, a la postre el manejo irresponsable, nefasto y deficiente de este servicio, facturando como principal secuela el colapso del servicio eléctrico nacional, y hoy hemos sido sometidos los venezolanos a un sistema de racionamiento de la carga eléctrica. El venezolano de hoy, libra una lucha histórica, lo que estamos viviendo, nunca antes se había visto en la historia de Venezuela, es por ello, que miles de venezolanos salieron a firmar comprometidos, en una muestra de civismo, para revocar la desidia y la calamidad que hoy día nos asfixia en el país, que no se apague la esperanza, que así sea.

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