La Diócesis de Trujillo se vistió de júbilo y gratitud para celebrar los 25 años de servicio episcopal del arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje, durante una solemne eucaristía realizada en la parroquia San José de Valera.
Este hito trascendental fue celebrado con fervor junto al obispo de Trujillo, monseñor José Trinidad Fernández, y al de Ciudad Guayana, monseñor Carlos Cabezas, junto a sacerdotes del clero trujillano, clérigos provenientes de otras diócesis vecinas, familiares del homenajeado y feligreses de la parroquia donde sirvió por años como párroco el arzobispo.
La actividad, que se realizó el pasado sábado 8 de junio, comenzó a las 10.00 de la mañana con un cálido recibimiento frente a la clínica María Edelmira Araujo, en las adyacencias de la parroquia eclesiástica, donde se congregaron fieles, amigos y clérigos para expresar su aprecio y admiración por la trayectoria de monseñor Azuaje.
Desde allí, la procesión se trasladó a la iglesia San José, donde se llevó a cabo una emotiva misa de acción de gracias por sus 25 años de servicio episcopal.
Labor incansable y dedicación ejemplar
La predicación estuvo a cargo del obispo de Trujillo, quien resaltó la labor incansable y la dedicación ejemplar de monseñor Azuaje, primero como sacerdote y luego como obispo venezolano, así como su invaluable contribución al desarrollo espiritual y social de la comunidad trujillana.
Recordó sus años como párroco de Mendoza Fría y San José de Valera, así como su encomiable labor en la dirección del Secretariado Diocesano de Catequesis, de Cáritas y Pastoral Social; y también su notable labor en el ámbito universitario.
“Además de haberte desempeñado como obispo auxiliar de Barquisimeto y obispo titular de El Vigía y de Barinas, como arzobispo de Maracaibo, unido a los oficios de secretario general de la Conferencia Episcopal, vicepresidente y presidente de la misma, has ido marcando las huellas de Cristo en el corazón y la vida de los venezolanos”, expresó monseñor Fernández.
Prosiguió: “Los designios de Dios nos van llevando al delicado servicio pastoral, el cual ejerces con el discernimiento para saber hablar en nombre de Dios. Elegido como primer vicepresidente del Celam, el Señor continúa su obra; irás a donde Él te envíe y en Roma, en el Sínodo sobre la Sinodalidad, el hecho de formar parte de la comisión relatora es una muestra de la predilección que Dios ha hecho de tu vida para que seas un pastor sinodal, que camina con el pueblo de Dios”.
“Querido monseñor José Luis Azuaje Ayala: has sido llamado desde el seno materno, como indica el profeta Jeremías, al orden del presbiterado y del episcopado. El Señor Jesús es el Único Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento, pero también en Él todo el pueblo santo de Dios ha sido establecido pueblo sacerdotal”, continuó el obispo de Trujillo.
Añadió: “Por lo tanto, los sacerdotes caminamos en medio del pueblo santificándolo y santificándonos con el pueblo fiel, y como obispos somos uno entre el pueblo, para acompañarlo en este mundo, invitándolo a no perder la esperanza y confiar en Dios, porque en Venezuela y en el mundo esperamos un cielo y una tierra nueva, donde la ley sea el amor y la paz sea la garantía de un mundo más justo y fraterno”.
Homenaje parroquial
La misa fue animada musicalmente por el Coro San José, agrupación con una larga trayectoria de servicio en aquella parroquia.
Terminada la misa hubo un sentido homenaje en el cual intervinieron los integrantes del Club Fray Junípero Serra para las vocaciones, los niños del Coro San José y la Diócesis de Trujillo, actividad coordinada por el anfitrión y párroco presbítero Pedro Artigas Núñez, quien fuera compañero de estudios y sacerdocio del prelado homenajeado.
Alegre y complacido
Por su parte monseñor Azuaje agradeció la acogida fraternal del obispo diocesano, de monseñor Carlos Cabezas, de los presbíteros Pedro Artigas y Alexis Bastidas (sacerdote trujillano, compañero también de estudios del arzobispo desde la infancia quien ejerce su ministerio en los Estados Unidos), de sus familiares, sacerdotes y amigos cercanos.
Entre anécdotas del seminario, de su tiempo como sacerdote en la diócesis trujillana y de su querida parroquia San José, pasando por sus servicios en la Universidad Valle del Momboy, monseñor Azuaje manifestó sentirse muy alegre y complacido de celebrar esta acción de gracias en su Valera natal.
Fuente: Diócesis de Trujillo
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noviembre 15, 2024
