Osmani Fereira, activista de la comunidad sexodiversa, exigió junto a sus compañeros un marco jurídico y tolerancia. Representantes de la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales entregaron un documento en la Defensoría del Pueblo
Osmani Fereira está junto a sus compañeros en la sede de la Defensoría del Pueblo en el casco central de Maracaibo. Este activista independiente de la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales, comenta que su presencia en el lugar es con motivo de un pronunciamiento público para pedir que se reanude la discusión sobre la Ley de no Discriminación en la región, lo que les permitiría un mayor desenvolvimiento dentro de la sociedad.
El joven recuerda que celebran algunos éxitos, pero aún “falta trabajar por una sociedad con mayor equidad, inclusión e igualdad”. Al hablar de su vida es inevitable abordar el momento en el que “salió del clóset”. Explicó lo difícil que fue para él esa expresión. “Llega un tiempo es que es tanta la presión, el acoso, la necesidad de ser libre, ser escuchado y expresarse”, que todo el temor queda de lado.
Ese momento puede ser “malo, engorroso o satisfactorio” y dependerá del conocimiento y los prejuicios de la familia. “Mi mamá siempre me decía: ‘es hombre o mujer’. Cuando llegó el momento fue difícil, pensé que me iba a pegar y a botar de la casa. Todo se dio en medio de una discusión y me decía que no entendía lo que me pasaba. En ese momento dije: ahora o nunca, y se lo dije. Me pegó y no lo aceptó, pero me tolera”.
Miedos
El mayor temor de su madre era si Osmani vestiría de mujer, tendría el pelo largo o las uñas de color pastel. “Todo cambió, la confianza era distinta y nos sentíamos extraños e incómodos. Pensó que me depravaría y me sobreprotegía. Siempre decía que me comportara, no me sentara así o que no hablara de tal manera. Cada vez que tenía la oportunidad le decía que soy así y no tengo por qué vivir con un disfraz e imitando a alguien que no soy. Ella me adora y como existe el amor podemos llevar la relación”.
A solo unos metros de Osmani, permanecía Nolberto Morán, presidente de la Fundación Ciudadanía Diversa, quien reiteró con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, que es el flagelo afecta a toda la comunidad LGTBI en el mundo y Venezuela no escapa de esta realidad. “Muchos países de la región tuvieron avances, pero estamos sumamente atrasados en comparación con ellos. Somos ciudadanos y nos enteramos que la principal objeción de los diputados con respecto a nuestras propuestas radican en sus creencias religiosas. No solicitamos matrimonio igualitario, aunque sí exigimos no ser discriminados por nuestra orientación sexual, identidad o expresión de género”.
Sueño de libertad
Morán y sus compañeros anhelan tener un libre desenvolvimiento de su personalidad en una sociedad con “tantos tabúes” y dejar de ser discriminados en sus trabajos o lugares de estudios. “Muchos amigos son marginados laboralmente. En el mejor de los casos trabajan por su propia cuenta. Muchos se ven en la obligación de ejercer la prostitución”.
El representante de la fundación explica que la sociedad los observa como si “fueran una anormalidad o equivocación de Dios”. A pesar de todos los “retos” que enfrentan, acepta que lograron avances con respecto a la tolerancia, respeto y aceptación, pues “falta mucho”.
Luis Meneses, presidente de la Fundación Venezolana de Apoyo a la Diversidad Sexual (Fuvadis), indicó que junto a organizaciones y miembros de la Alianza Diversa del Zulia y activista independientes, se apostaron en la Defensoría para exhortar a las Cámaras Municipales de trabajar “en favor de mecanismos jurídicos que protejan a la comunidad sexodiversa”.
Reiteró que la meta del 2017 es entregar a los concejos municipales de Maracaibo, San Francisco y Cabimas, un anteproyecto de ordenanza contra la discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género para que estos municipios sean declarados libres de discriminación. “Algunos concejales en Maracaibo ya tienen copias de la ordenanza y las evalúan. En San Francisco hicimos algunos enlaces, pero esperamos. Luego iremos a Cabimas”.