¿Cinismo o estrategia?

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Nicolás Maquiavelo, quien no era ningún satánico,  dirigía su filosofía política en función de asesorar a sus cuasi mecenas “los Medici”. La acepción  peyorativa de Satán se la debía al “monje” oscurantista  -por cierto muerto en la hoguera- Girolamo Savonarola. Lo cierto de Maquiavelo era, contemplar una política que respetara la inteligencia del pueblo, praxis tal, que sostendría al “príncipe” en la gracia del mismo. Por ende, longevidad en el poder, esta gracia deviene de deslindarse de la demagogia  aun cuando para el  príncipe el pueblo fuera despreciable. 

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Considerando lo anterior sin el desprecio de la comparación, podríamos relacionar lo antagónico de lo maquiavélico del florentino “Nicolás” vs. algunos funcionarios del régimen chavista venezolano. El primer caso es Ernesto Villegas (MPPC), quien en recientes declaraciones ante el evento del 70 aniversario  de la instauración de la República Popular China, sentenció -dado el sesgo del régimen- la siguiente paradoja: “el mundo en el futuro tiene que ser así, respetar las diferencias”. Luego, si esto tiene el sentido señalado debería acabarse en Venezuela también el acoso político, el acoso ideológico y el acoso a la libertad de expresión; por el hecho de pensar distinto. Sea, “respetar las diferencias”.

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Por otro lado, tenemos la cima de la incomprensión. Desde hace más de cinco años el régimen chavista ha mantenido un discurso enfocado a denunciar una guerra sin balas, ni cañones ni nada por el estilo, su oratoria es combatientes, guerra económica, batalla, etc., o sea, tienen el belicismo en su mente, un terror mediático propio de la tiranía platónica, donde la mentira goebbeliana hace su trabajo propagandístico en pos de exacerbar más la ignorancia en economía y política que Bolívar señalaba de nuestro pueblo (congreso de Angostura 15 de febrero de 1819). Toda una verdadera guerra. ¿Será esta  la verdadera guerra que Padrino López acaba de determinar? Pues, según él, “está enfocada en atacar la mente del pueblo”. El ministro tiene razón, el caso es que, ¿será que este foco oscurantista-belicista emana precisamente desde las bases pragmáticas del régimen y no de otro lado? Entonces, pregunto: ¿Será esto  cinismo o estrategia?