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Cerca de 35 millones de colombianos están llamados este domingo a las urnas para el plebiscito sobre el acuerdo de paz firmado con las FARC, una votación trascendental para el futuro del país y en la cual tiene puestos los ojos la comunidad internacional, que ha sido un soporte de los diálogos.
Un total de 34.899.945 ciudadanos podrán sufragar en el país y en el exterior, donde Nueva Zelanda y Australia, por la diferencia de 17 horas adelante de Colombia, serán los primeros donde habrá votación, según informó hoy el Ministerio de Relaciones Exteriores.
"¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?" es la pregunta que los colombianos tendrán que responder marcando "sí" o "no".
Partidarios del "sí" y del "no" hicieron hoy algunos actos finales, pero en general las campañas no han despertado en la gente el interés que deberían teniendo en cuenta lo que está en juego.
Los defensores del "sí" al acuerdo, que son todos los partidos -menos el derechista Centro Democrático-, sindicatos, organizaciones sociales y asociaciones de víctimas, entre otros, argumentan que esta es una oportunidad única para que el país cierre 52 años de conflicto armado con las FARC.
Quienes promueven el "no", liderados por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) y su partido, alegan que un triunfo de esa opción forzará la reapertura de la negociación ya cerrada para introducir cambios en el acuerdo firmado.
Por la importancia de este plebiscito han llegado al país numerosas misiones de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), del Parlamento Europeo, de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), entre otras, varios de cuyos representantes se reunieron hoy con el presidente Santos.
"Ustedes le van a dar el sello de legitimidad a este proceso. Por eso es tan importante que tengan plena conciencia de que su labor se pueda desarrollar con toda libertad", dijo el mandatario en el acto de instalación de la Misión de Observación Electoral de la que hacen parte unos 200 delegados de 25 países.
A ese encuentro acudieron, entre otros, el expresidente de Guatemala Álvaro Colom, jefe de la misión de la OEA, y los premios nobel de paz Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel, al igual que el expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Enrique Iglesias, que encabeza la delegación de la Unasur.
"Creo que el país está pronto para un gran acto donde se va a resolver exactamente su posición frente a este tema tan importante para los colombianos pero también importante para América", dijo a Efe Iglesias, que también fue titular de la Secretaría General Iberoamericana.
El diplomático aseguró que la misión de la Unasur viene a "expresar solidaridad para que sea el pueblo colombiano el que decida y ponga en marcha unos mecanismos que permitan terminar con tanto sufrimiento y medio siglo de dolor en el país".
En el acto, Santos hizo un llamamiento para que una vez se conozca el resultado del plebiscito se acepten los resultados e insistió en que se otorgaron "todas las garantías" para los que apoyan el "sí" y los que quieren votar por el "no".
Las encuestas divulgadas en las últimas semanas daban ganador al "sí" con una intención de voto de entre el 54 y el 52 %, mientras que la opción del "no" se movía entre el 34 y el 38 %.
Las autoridades han subrayado que la votación de mañana será la más tranquila que haya vivido Colombia no solo porque las FARC ya firmaron la paz sino porque la segunda guerrilla del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció un cese de acciones ofensivas durante estos días para no entorpecer el plebiscito.