Asociación de ganaderos pide no comprar ganado ni carne en sitios con dudosa certificación sanitaria. La sospecha de presencia del virus se centra en pequeños productores de los municipios de San Rafael de Onoto y Agua Blanca
Si por las noches vuela sobre las fincas el murciélago hematófago hay que tener cuidado con el ganado. El vampiro es el principal vector del virus de rabia paralítica bovina. Ya en Portuguesa se reportan contagios. La investigación está en mesa del Insai, instituto que aún no se pronuncia sobre el episodio.
Hay dos sospechas. Miguel Ángel Carrasquero, presidente de la Sociedad de Ganaderos del estado Portuguesa (Sogaport), informa en contacto con La Verdad que hay “fuertes sospechas” en los municipios San Rafael de Onoto, sector Tocuyano, y Agua Blanca de presencia de rabia paralítica bovina.
“Queremos advertirles a los ganaderos que traten, en lo posible, no sacar ni introducir ganado de esos municipios”. Carrasquero no dio detalle de los predios y cantidades de reses muertas. Solo adelanta que son “pequeños fundos”, recalcando el alerta a los productores y a tomar medidas de seguridad. “Cuidado con la compra de animales o de carne en sitios que no tengan permisología sanitaria”.
El riesgo es de propagación. El Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral ya está en la zona. El sector espera instrucciones para cooperar con los protocolos y reforzar el plan de vacunación. Se exhorta a los ganaderos la vigilancia en el comportamiento de las reses. El virus es “irreversible”. El animal “se va a morir si es rabia”.
“El Insai no se ha pronunciado, aparentemente empezaron a controlar”, señala Carrasquero. Es importante la ejecución de la política sanitaria porque “pueden” haber personas “inescrupulosas que por no perder un animal enfermo y con la escasez de carne que hay, el propietario lo sacrifique antes de su muerte y lleve la venta en la calle”.
Si el animal comienza a caerse, mostrar flacidez en los músculos y a botar baba, son señales de rabia. Dionel García, jefe de servicio de grandes animales de la Policlínica Veterinaria de LUZ, explica que en los rumiantes hay un período de incubación y de diagnóstico diferente al de la rabia en caninos.
En bovinos “su condición es de parálisis flácida. No se pueden levantar, luego que el virus llega al sistema nervioso central muere el animal”. Las investigaciones científicas revelan que son 10 días de agonía. En casos agresivos la mortalidad puede ser antes. El virus no tiene cura solo prevención con vacunación. Con el diagnóstico se debe realizar un cerco sanitario. “Perifoco de kilómetros”.
García destaca que la rabia tiene la característica de zoonosis. Y es que además de significar pérdidas para la ganadería, es un riesgo para la salud de humanos porque en el período de incubación del virus se da el contagio, la transmisibilidad. Posterior llega el desenlace: muere el animal.
Precisa la necesidad de hacer la prueba de laboratorio llamada fondo oscuro que asoman los rasgos de la rabia. Y para confirmarla -tarea del Ministerio de Salud y entes autorizados- se realizan pruebas biológicas con parte del cerebro de la res. Con el diagnóstico se debe ejecutar la política sanitaria y de control en un “perifoco determinado en kilómetros”.