
Los hombres de Jürgen Klopp, en un ejercicio de eficacia, resistieron un asedio en el primer tiempo y, en una excelsa segunda mitad, acabaron con las esperanzas de un City que había arrancado el choque de forma inmejorable, con un gol a los dos minutos de Gabriel Jesús, y que se vio perjudicado por una decisión del árbitro, el español Mateu Lahoz, quien le anuló un gol legal al filo del descanso
El egipcio Mohamed Salah y el brasileño Roberto Firmino castigaron los errores de la defensa del Manchester City y dieron al Liverpool una victoria (1-2) que lo clasifica para semifinales de la Liga de Campeones por primera vez desde 2008.
Los hombres de Jürgen Klopp, en un ejercicio de eficacia, resistieron un asedio en el primer tiempo y, en una excelsa segunda mitad, acabaron con las esperanzas de un City que había arrancado el choque de forma inmejorable, con un gol a los dos minutos de Gabriel Jesús, y que se vio perjudicado por una decisión del árbitro, el español Mateu Lahoz, quien le anuló un gol legal al filo del descanso.
Pese a la goleada sufrida en la ida en Anfield (3-0) y al traspié del pasado sábado ante el Manchester United en casa (2-3), nadie en la ciudad daba por muertos a los ‘Citizens’.
Los azules ya habían ganado esta temporada al Liverpool por 5-0 y aspiraban a convertirse en el tercer equipo en la historia de la ‘Champions’ en darle la vuelta a una desventaja de tres goles, tras el Deportivo contra el Milán en 2003/2004 y el Barcelona ante el PSG el curso pasado.
El colegiado, el español Mateu Lahoz, que repartió tarjetas amarillas a diestro y siniestro, se erigió como triste protagonista al anular, en los compases finales, un tanto legal de Leroy Sané por un fuera de juego inexistente.
La decisión enfureció a Guardiola, que protestó airadamente y se encaró camino de los vestuarios con el colegiado y éste le mandó a la caseta, por lo que vio la segunda mitad desde la grada.
Así, el Liverpool, en un ejercicio de eficacia, derrotó por segunda vez en menos una semana a un Manchester City que encadena tres derrotas al hilo y, con un marcador global de 5-1, pone rumbo a semifinales de la Liga de Campeones por primera vez en los últimos 10 años.