Cuando
Durante muchos años los líderes de la revolución bolivariana vienen anunciando de manera reiterada la falsa existencia de una invasión del “Imperio” para lo cual han denunciado la supuesta existencia de planes del Comando Sur para derrocar a los gobernantes; o la existencia de sobrevuelos de aviones espías sobre el territorio patrio. Se ha usado y abusado tanto de este tipo de declaraciones, que ya nadie le presta atención a sus llamados. Por ello, cuando el Presidente Trump afirmó que la opción militar no debe descartarse, produjo reacciones de sorpresa de voceros oficiales como el Ministro de Defensa Vladimir Padrino, quien afirmó que esta hipótesis sería una ” locura”.
No sé por qué este episodio me hace recordar a Esopo, escritor de la vieja Grecia (Siglo VI a.C) a quien se le atribuye la Fábula como género literario, y quien inmortalizó el cuento del “Pastorcillo y el Lobo” que relata las mentiras de un joven que quería burlarse de los habitantes de la comarca para lo cual solía invocar falsamente la presencia de un lobo inexistente para luego reírse de sus propias mentiras a expensas de los ingenuos habitantes, pero cuando el lobo apareció nadie le hizo caso a sus gritos, y el feroz animal se comió al pastorcillo y a sus ovejas.
No podemos predecir cuál será la solución futura para que Venezuela en base a su Constitución y a los acuerdos internacionales suscritos pueda asegurar el respeto a la democracia, a la vigencia de los derechos humanos y la promoción de la libertad. Las sanciones que se anuncian, en vez de generar preocupación, son motivo de burlas del oficialismo, mientras que las advertencias de Mercosur, Unasur, OEA, UE, ONU, además de las advertencias de más de medio centenar de Gobiernos, son desechadas de manera grosera.
Más que una acción militar unilateral, algunos analistas consideran que no debe descartarse una acción multilateral. La reunión informal del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar por primera vez en la historia el caso de Venezuela, es una advertencia seria. Si no hay respuesta ni respeto a la vida de los venezolanos, la ONU podría aplicar el capítulo VII de la Carta, para permitir al Consejo de Seguridad el uso legítimo de la fuerza para restablecer la paz y la Seguridad Internacional. A nivel de la OEA se realizan periódicamente las reuniones de Ministros de Defensa y ya muchos consideran que la diáspora fronteriza puede representar un serio riesgo, por lo que debería aplicarse la Carta Democrática Interamericana.