En Shanghái registraron un total de 168 millones de entradas y salidas desde la China continental
La ciudad de Shanghái (este), uno de los principales destinos del turismo extranjero en China, recibió en el primer semestre del año unos 756.000 turistas extranjeros, dato que supone el 22 % del anotado en 2019, pese a la reapertura del gigante asiático en enero de este año, informó hoy el diario China Daily.
En la primera mitad del año, se registraron un total de 168 millones de llegadas y salidas a y desde China continental, alrededor del 49 % de la cifra del mismo período en 2019, según la Administración Nacional de Inmigración.
El subdirector de una agencia de viajes Hu Jiying, citado por el rotativo, aseguró que, de hecho, la mayoría de visitantes foráneos "estaban en viajes de negocios y asistiendo a conferencias, mientras que unos pocos estaban aquí para hacer turismo".
"Hasta ahora, nuestro negocio turístico procedente del exterior es del 5 al 10 % del nivel anterior a la pandemia", explicó Hu Jiying.
Entre las razones que esgrime el experto para el reducido número de turistas extranjeros figuran "los procedimientos de solicitud de visado, que consumen mucho tiempo, y el precio de los billetes de avión".
Sin embargo, Hu se muestra optimista: "Como China aplicó políticas de entrada muy estrictas para controlar la pandemia en 2022, la mayoría de las agencias extranjeras no presupuestaron la promoción del turismo hacia China cuando planificaron sus campañas promocionales para 2023. Veremos una recuperación del turismo entrante después de 2024".
China ha dado una serie de pasos para ayudar a los viajeros internacionales en los últimos meses.
Pago electrónico WeChat Pay y Alipay
Los omnipresentes servicios de pago electrónico WeChat Pay y Alipay anunciaron el mes pasado que sus sistemas de pago estarán disponibles para los usuarios extranjeros que visiten China, que en ocasiones tienen dificultades para pagar en el país y usar determinados servicios.
Dai Bin, presidente de la Academia China de Turismo, pidió "elaborar un plan a nivel estatal para revitalizar el turismo entrante, en el que se debe dar prioridad a mejorar las experiencias de viaje de los visitantes extranjeros", recogió el rotativo.
China aplicó durante casi tres años una estricta política de "cero covid" que implicaba un cierre casi total de fronteras: Se dejaron de expedir varios tipos de visados y solo los ciudadanos chinos y un número reducido de extranjeros podían entrar al país, tras lo cual les esperaba un mínimo de 14 días de cuarentena en un hotel asignado por las autoridades y costeado por el viajero.
El país comenzó a desmantelar la estrategia a finales de 2022, y el pasado 8 de enero redujo de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B la gestión de la enfermedad, marcando así en la práctica el final de esta política y el fin de las cuarentenas.
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