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Un maleante fingió un dolor estomacal, ingresó al ambulatorio de La Victoria, sometió a 13 personas en la emergencia, entre personal médico y pacientes, los desnudó y los despojó de efectivo, celulares y sellos húmedos. El asalto masivo ocurrió el 21 de enero pero las víctimas denunciaron que los atracos en los hospitales ocurren a diario. En 2015 “recibí al menos 30 reportes de robo. Ahora se disparó la cifra y ya se suman 10 en lo que va de año”, precisó Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médicos.
El tamaño de los hospitales y su tipología permiten el libre tránsito de los visitantes a cualquier hora. Cada puerta la resguarda un miliciano. Los pacientes entran y salen con sus acompañantes, mientras los criminales se mezclan con ellos. Hania Salazar, presidenta del Colegio de Enfermeras, detalló que el Hospital Universitario de Maracaibo es uno de los más expuestos. Le sigue el Hospital General del Sur, el Chiquinquirá y el Central.
“A las 10.00 de la noche cierran todo y quedamos solos. Cerramos la puerta de vidrio, pero ha sucedido que los malandros nos tocan la puerta para atracar. Ellos entran por un hueco que tiene la cerca en la parte de atrás del hospital”, denunció uno de los familiares en la Unidad de Cuidados Intensivos del General del Sur.
Hace tres meses, recordó uno de los trabajadores del Hospital Chiquinquirá, “los delincuentes entraron, atracaron a los alumnos de Medicina y a los profesores y se fueron. Pero antes unos bandidos llegaron en la noche con unos bolsos y solicitaron atención, se metieron en la sala de Rayos X y asaltaron a los que estaban ahí”.
El empleado aseguró que quienes caminan o usan el teléfono por las escaleras se lo arrebatan los malhechores.
Recomendaciones
La presidenta del Colegio de Enfermeras cree que una de las fallas del sistema de seguridad en los centros de salud radica en que ahora cualquiera ejerce el cargo de seguridad.
“Ese personal necesita un entrenamiento y equipamiento adecuado para satisfacer las necesidades de los visitantes y así ofrecerles resguardo. Lamentablemente, necesitamos un personal armado. Los milicianos no son capaces de detener estas situaciones, porque no están preparados. A veces es más fácil el acceso de un ladrón que el de un enfermo o de su familiar.
Parra recomendó, por su parte, instaurar medidas electrónicas para el acceso del personal y un sistema de vigilancia para monitorear las áreas de los centros de salud. “El Ministerio de Interior y Justicia debe acatar la necesidad. Aquí vamos a tener que legislar para proteger a la comunidad hospitalaria”.
Zonas rojas por hospital
Hospital Universitario de Maracaibo: Roban en los baños, en las emergencias y en los pasillos. Su estacionamiento lo utilizan para abandonar carros robados.
General del Sur: Los delincuentes roban en las escaleras, en el piso 7, 8 y en el piso 3, este último no cuenta con alumbrado.
Chiquinquirá: El quinto piso tiene más de 10 años en reparación y ahora es una guarida de maleantes, cumple la función de baño público y es un espacio en el que se observan actos sexuales.
Central: Los maleantes acosan a los usuarios de los ascensores y a quienes transitan por las escaleras.
Materno Infantil de Raúl Leoni y el ambulatorio de Cuatricentenario: A los empleados de la salud los amenazan los familiares de los pacientes quienes ingresan armados para exigir la atención inmediata.