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Para los niños con cáncer y quienes además tienen la necesidad de un trasplante de médula ósea, la falta de quimioterapias representa un problema de vida o muerte. Nelsy Domínguez, madre de Santiago Riera, de cinco años, quien padece de leucemia linfocítica aguda, espera desde febrero por la estabilización de salud de su hijo y poder viajar a Caracas a recibir el trasplante.
La mujer relató que desde octubre de 2014 su pequeño recibe el tratamiento y en diciembre del año siguiente concluyó. En enero de este año él recayó. Su cáncer es agresivo y para evitar que continúen las recaídas necesita del trasplante. Domínguez explicó que su hijo es paciente de la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas y por la falta de medicamentos, desde hace dos meses, el niño no presenta ninguna mejora.
A través de una serie de contactos obtuvieron en Caracas una posibilidad para la operación, sin embargo, necesitan que Santiago esté estable. “Tenemos que comprar tres soluciones diarias en entre mil y mil 200 bolívares. Además no conseguimos las vitaminas para alimentarlo porque no come bien. Necesitamos apoyo y colaboración”.
Pocas opciones
Ernesto Matos, padre de un niño con leucemia linfocítica aguda, señaló que con la falta de quimioterapias, los infantes recaen y sin las condiciones estables de salud no pueden optar por un trasplante. Aseguró que cada día son más los pacientes en situación similar, pero quieren ser menos.
En el Zulia no existe una unidad de trasplante de médula ósea solo hay dos unidades en Venezuela: en Caracas y Valencia. Los padres de los niños que ameritan la operación deben recurrir a organizaciones nacionales e internacionales para conseguir salvar sus vidas.
Luz Marina Cristalino, coordinadora de la Fundación Compañeros de Batalla, indicó que en el país cuentan con el apoyo de la Fundación Simón Bolívar de Caracas y la Fundación para el Trasplante de Médula Ósea que sostiene un convenio con especialistas de Italia.
La lucha
Cristalino comentó que hace dos años establecieron su sede en el segundo piso del edificio del centro asistencial con el fin de colaborar en el bienestar psicológico de los pacientes y sus padres. Pero desde hace ocho años promueven el apoyo emocional como un método para combatir el cáncer.
Con el tiempo ampliaron su rango de acción hacia la búsqueda de medicamentos y alimentos para las familias que permanecen en el hospital. Trabajan para garantizar que el niño cumpla con su tratamiento. Aseguró que las necesidades aumentan a diario, así como la escasez de los principales rubros.
Los interesados en colaborar con productos o ser voluntarios pueden acudir a las instalaciones de la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas, edificio de Investigación y Docencia, segundo piso. De lunes a viernes de 8.00 de la mañana a 12.00 del mediodía.
Protesta
El próximo lunes a las 7.00 de la mañana los padres de los pacientes con cáncer de FHEP tomarán acciones de calle para llamar nuevamente la atención de las autoridades nacionales del seguro social.