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Maduro y su proyecto de traer 20 mil refugiados sirios (“a esta tierra de Cristo”, como él le ha expresado a estos musulmanes), es otra necedad efectista electorera para el consumo externo, porque Venezuela no tiene nada que buscar en esos países tan diferentes a nuestra cultura, que se enfrentan en una guerra fratricida producto de la terquedad y la intolerancia religiosa y política de sus propios ciudadanos.
Pero, como lo de los refugiados sirios está de moda, nuestro Robin Hood quiere atraer la atención mundial para así ampliar la cortina de humo que oculta la desastrosa realidad que vive el país. Lo más paradójico de la diáspora siria es que ocurre, mientras se expulsan 11 mil colombianos del país y se le obliga al exilio a millones de venezolanos.
¿Se imaginan el gigantesco puente aéreo necesario y el costo del traslados de los hermanos sufridos, a este país que no tiene la logística ni para controlar las colas de los supermercados? La única oferta de trabajo viable es el bachaqueo. Ni hablar de los chavistas enchufados que se quedarán como la guayabera mientras reparten sus casas prometidas de la Misión Vivienda a estos inmigrantes. Maduro le ha pedido a la comunidad siria venezolana que colabore con sus coterráneos. Lo que puede lograr es trasladar el conflicto a estas tierras de paz.
Pero eso de traer refugiados no es nada nuevo, en 2014 llegaron los primeros 119 beneficiarios palestinos de una beca en una escuela de medicina en Venezuela. Pero ocho meses después, una tercera parte abandonó los estudios, quejándose de que el programa carecía de rigor académico. La decisión de marcharse motivó que Venezuela congelara el programa de becas que se suponía traería a cientos de palestinos más a estudiar en varias áreas.
En 2005, el difunto inauguró una Escuela para albergar en cinco años a 20 mil estudiantes de Latinoamérica. En los primeros tres meses de funcionamiento desertaron 20 estudiantes. Por su parte, 1500 médicos cubanos han desertado de Barrio Adentro, tres de los cuales intentaron desde EEUU una demanda contra Cuba y Venezuela por presunta esclavitud. No pegan una. Que oiga quien tiene oídos…