Incendios
Dos veces por semana se produce un evento en el Complejo Refinador Paraguaná (CRP) que alerta a sus trabajadores. Despierta el fantasma de la tragedia de Amuay, que antes de suscitarse, habría tenido antecedentes más leves de los que se observan. Sindicalistas piden que se paralicen las operaciones de las refinadoras para evitar consecuencias “fatales”.
“Hay indicativos de que cuando hay un número muy sucesivo de eventos inseguros, eso conlleva a eventos fatales. Esos son estudios que nosotros planteamos antes de que sucediera la tragedia de Amuay y no le pararon”, asegura Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos del estado Falcón.
Incendios en dos destiladoras de Cardón y en la planta de Alto Vacío 3, un apagón general, una fuga en la planta catalítica y una explosión en la planta de alquilación dos se presentaron este año. “Antes de la tragedia de Amuay se presentaban eventos semanales, pero aquí se están presentando prácticamente dos veces a la semana, eso es un indicativo de que la situación está gravísima en la refinería”, recuerda en entrevista con La Verdad el trabajador.
A pesar de que considera que la refinería está “prácticamente paralizada”, solicitan una suspensión oficial de sus operaciones para la evaluación de sus condiciones y el respectivo mantenimiento. “La situación de seguridad es muy delicada y puede afectar a las comunidades y a los mismos trabajadores”, insiste Freites.
No tienen las herramientas para medir la magnitud de los eventos que podrían suceder de no ejercer acciones para confrontar el riesgo. Pero, prevén que se pudiese generar una explosión, incendio, fuga o el derrumbe de alguna instalación. Freites atribuye las fallas a la falta de mantenimiento, inversiones, reparaciones. “Esta situación se ve en todas las refinerías del país”.
La paralización afectaría la distribución de gasolina y diésel en Venezuela. El país se vería obligado a buscar en otros países los productos para satisfacer la demanda del mercado interno. “Ahorita estamos comprando gasolina y componentes, pero ya tendríamos que comprar todo lo que consumimos acá”. Y es que las refinerías de Amuay y El Palito también cuentan con “graves” problemas en sus plantas.
Producción a pique
En promedio las refinerías del país funcionan solo a 30 por ciento de su capacidad instalada, dice Iván Freites, sindicalista. Dos destiladoras de Cardón se paralizaron esta semana, dejando una sola en servicio, que tiene una capacidad de 70 mil barriles y procesa 50 mil barriles. La refinería con todas sus máquinas operativas debería producir 310 mil barriles. Solo funciona la planta catalítica con combustible de la faja de Anzoátegui.