
Tania
La falta de medicamentos e insumos médicos es intermitente en el Hospital Adolfo Pons, el cual no escapa de la crisis económica que atraviesa Venezuela. Tania Mesa, directora del centro asistencial, recorrió con La Verdad las áreas para mostrar su realidad. Aunque no esconde “las dificultades” con las que “batalla” todos los días junto al personal. Recalcó que el sentir del personal es hacer lo posible para solventar y hacer lo que está a su alcance. “Hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Aquí no hay ninguna persecución, obsesión o señalamiento porque la gente haga con o sin insumos lo que tiene que hacer”.
Informó que los medicamentos se retrasan debido a las protestas en el país. Aseguró que los envían en poca cantidad y en carros particulares desde Caracas. “Nos toca traer la mercancía en parte porque camión que salía era saqueado. Cuando tenemos esa situación hasta el familiar colabora. Y le damos la información de lo que pudiera faltar”. Sin embargo, enfatizó que el Adolfo Pons es uno de los hospitales con mejores instalaciones y con menos deficiencias de la región.
Durante el recorrido, este rotativo conversó con pacientes y familiares de cirugía, obstetricia y observación, áreas recuperadas por la gestión de Mesa. Todos coinciden en la falta de medicamentos como antibióticos, exámenes de laboratorio y soluciones fisiológicas. También hubo otros casos como el de Virginia González: “Di a luz ayer, no me pidieron nada, me dan comida y me trataron bien”, relató la madre, quien pertenece a la etnia Wayuu, mientras descansaba en una cama de última generación con panel de gas medicinal a control remoto.
La directiva no desestima el esfuerzo que hacen los parientes para colaborar cuando el sanatario no tiene algún medicamento para tratar emergencias. “Nosotros deberíamos tenerlo todo, pero no podemos negar una situación política que tenemos, administrativa, económica y financiera de todo tipo que definitivamente nos afecta. Somos hospital de referencia”.
Aclaratoria
Sobre los presuntos fallecimientos en la guardia del 26 y 27 de mayo, aclaró que los pacientes que ingresan al centro médico y fallezcan antes de las 48 horas “no es atribuible ni a la institución que lo reciba ni al personal que lo atendió, aun así hay que esperar 48 horas o 72 a que haga efecto el medicamento. Dijo que durante esa guardia solo murió un paciente de 91 años”. Sobre la posible proliferación de septicemia sentenció que un paciente con sepsis “no fallece inmediatamente, sino que es un proceso que se instala y se degenera”.
Mesa criticó a “los que se hacen eco de informaciones que no son (…) en salud es muy difícil ocultar información, porque en una historia médica no la escribe una sola persona ni es manipulable por una sola, sino múltiples. Los profesionales que la redactan dan fe de la situación del paciente”.
Para ella es irrelevante “desmentir o buscar más conflictos entre las partes”, por el contrario elevó su voluntad de dar información y explicar los procesos y procedimientos de manera oficial y no afectados por ningún tinte político. “Hay malestar en el personal porque se habló de 15 fallecidos y nosotros, históricamente, nunca tuvimos esa cantidad de fallecidos en el hospital (…) ni ahorita ni nunca hubo 15 fallecidos ni siquiera contando todos los servicios, porque además no hay capacidad en anatomía patológica”.
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Medicamentos
“La situación es distinta todos los días. Depende de lo que aparece en el mercado y lo que no. En el mercado negro hay muchas, si usted busca podrá encontrar lo que nosotros no tenemos en los hospitales y es porque hay un problema de sustracción con lo que también luchamos. Todos los días debemos revisar qué tenemos y qué no. Hay medicinas que se nos agotan y hacemos todo el esfuerzo para tenerlas permanentemente, pero de pronto no la cotizan o simplemente no la hay en el mercado”.
Las principales deficiencias apuntan hacia la insulina, analgésicos, anestésicos para cirugía y dos tipos de sutura. La doctora aclaró que en el Pons se priorizan las estrictas emergencias, para que cuando lleguen pacientes en este estado, sus familiares no tengan que salir a comprar nada. “Es una lucha y batalla diaria para mantener la política fuera de nuestro recinto hospitalario y tenemos que recordar todos los días que nos debemos al paciente. Nosotros no solamente estamos para curar, también para aconsejar, acompañar, orientar y muchísimas veces para consolar porque no lo curamos todo, aún con todos los remedios y herramientas”.
Robos
Sobre la fuga de insumos, Mesa explicó que justamente porque habían despachos y no había una concordancia entre lo que ingresaba y lo que se gastaba, decidió a aplicar controles. “Cerramos algunas puertas, empezamos a contar de manera más estrictas los medicamentos e insumos y se revisa a todas las personas que entran y salgan desde el año pasado. Encontramos que mucho personal salía con insumos de la institución. No hay razón para que el personal salga con eso encima”. Para ella es “difícil e inhumano este tipo de acciones que atentan contra el paciente. “La mejor seguridad es la consciencia de cada quien, lo manejamos de esa forma”.
Apuntó que los robos disminuyeron de manera considerable con estas medidas, “y eso nos da la oportunidad de ahorrar y rendir material que antes no rendía. Esa es la mejor prueba de que había fuga de material. Tratamos de que el personal miliciano haga su trabajo como lo tiene que hacer, no dejan de aparecer bolsas con insumos en los cielos raso, que llaman nuestra atención y nos preguntamos: qué significado tiene una bolsa de insumos en el cielo raso con un carnet del personal de aquí”.