Ya el sol comienza a ejercer su influencia durante su primera pasada sobre el territorio nacional desde finales de febrero hasta mayo, trayendo un aumento de las temperaturas y con ello la demanda eléctrica, pese a que esta última ha retrocedido 12 años. ” ¿Por qué hemos llegado hasta aquí? Sobran los factores agravantes de tipo técnico, financiero y gerencial
Cuando cae el telón en febrero 2018, pese a ser el mes de menor demanda anual, le dejó al Sistema Eléctrico Venezolano, (SEV), un nuevo récord: el mayor número de apagones de amplio espectro, (cuatro y a medida que fue avanzando el mes cada uno de estos fue creciendo en severidad, en especial a los estados de “la nueva cola” del Sistema Eléctrico Venezolano, (SEV), que son: Zulia, Mérida, Trujillo, Táchira, Barinas y Lara, llegando a paralizarlos fulminantemente.
En su peor momento, partes de 18 estados quedaron sin luz. Posterior al doble apagón del 22 de febrero, resultó ser muy preocupante el tiempo de reposición del servicio y la intermitencia del mismo para medio alcanzar cierta “normalidad”. ¿Por qué hemos llegado hasta aquí? Sobran los factores agravantes de tipo técnico financiero y gerencial, pero no se debe perder el innegable enfoque de que todos emanan de la causa raíz, que es el régimen y sus erradas políticas que hacen impostergable su remoción.
Ya el sol comienza a ejercer su influencia durante su primera pasada sobre el territorio nacional desde finales de febrero hasta mayo, trayendo un aumento de las temperaturas y con ello la demanda eléctrica, pese a que esta última ha retrocedido 12 años, y de no aparecer más MW confiables y con la insuficiente transmisión los bajones y apagones pudieran estar a la orden del día, sobre todo por la mala praxis sobre el Sistema de Transmisión. La segunda pasada arranca en agosto y dura hasta noviembre.
Que esta tragedia ocurra después de más de 100 mil millones de dólares, (constantes desde 1998) para todo el Sistema Eléctrico Venezolano, (SEV), esto no tiene fin en el continente. Venezuela se nos está apagando. Hay que salir sin dilación del régimen y de los que piensen como él. Mientras más largas le demos a esta crisis, mayor será el daño al Sistema Eléctrico Venezolano, y más nos costará su recuperación y mayor tiempo se llevará la colosal tarea, guiados por valores éticos, cero tolerancias contra la corrupción y honradez extrema. Ya es hora que se lleve a cabo una transición para la generación venidera, no necesariamente en la próxima elección. La sociedad venezolana tiene la palabra. ¡Manos a la obra que sí se puede!