La crisis obliga la desintegración de la familia

Dos millones 500 mil venezolanos emigraron del territorio nacional, según datos del Laboratorio Internacional de Migraciones, publicadas este año

En la segunda década del siglo 21 las familias venezolanas enfrentan nuevos retos. La situación país obliga a la migración de uno o más miembros de un núcleo familiar. La división de las núcleos familiares en el país es una problema latente si se toma en cuenta, que según datos del Laboratorio Internacional de Migraciones, el 8,3 por ciento del total de la población se fue del país. 

Ríchard Godoy, párroco de la iglesia San Ramón Nonato, definió la familia como el núcleo más importante de la sociedad y explicó que esta se establece con el sacramento del matrimonio. En referencia a la inmigración, comentó que “los padres no quieren dejar a su familia lo hacen para buscar un mejor futuro”, indicó que la emigración era algo normal a través de la historia y recomendó que quienes emigran sepan a qué van y “nunca olviden lo que dejan”. 

Expuso que el deterioro de la familia es en todo el mundo y que el hombre tiene la culpa de la pérdida de valores y del deterioro de los fundamentos familiares. “La culpable es la misma humanidad porque acaban con los principios y de la familia”. Animó a los padres a la oración, al diálogo y la comprensión para fortalecer la unidad en su hogar. Recordó que en las Santas Escrituras se definían los deberes de los padres y las madres. 

Migración 

Ricardo Albornoz, psicólogo zuliano, explicó que emigrar es un trauma en la mente de un individuo y en el caso de un niño o adolescente es mucho peor. Advirtió que en estos casos “se debe recibir ayuda psicológica”.

Comentó que muchos familiares importantes dejan un vacío en sus hogares que se vive como una especie de duelo en los niños y adolescentes. "Se puede comparar el éxodo de un padre de familia a otro país con el divorcio y hasta la muerte, porque ocasionan traumas en el desarrollo de los niños". Indicó que la ausencia de un progenitor por abandono puede generar rechazo en los niños, sentimiento de malestar hacia quien sí tiene sus padres, depresión por no tener lo que el otro sí tiene.

Este tipo de abandono afecta en el desarrollo de los niños y adolescentes en mayor o menor medida. Todo depende de lo que haga el padre presente. Si la ausencia se maneja adecuadamente podría generar menos daño en el desarrollo del infante. En el caso de los divorcios, Albornoz recomienda que la relación de padre e hijo se deba mantener sin importar la unión entre parejas.

Otros retos 

Tania Castro, psicóloga mexicana, alertó a las madres y a los padres de familia ante un desafío actual que se presenta con las nuevas tecnologías, que es el riesgo de que sus hijos se conviertan en “huérfanos digitales”, una realidad ante la cual propone algunas pautas.

Ella define a estos como una nueva clase de niños, como son aquellos cuyos padres les permiten sumergirse en la tecnología sin restricción alguna, algo que pone en serio riesgo la vida familiar. En diálogo con el semanario de la Arquidiócesis de México, Desde la Fe, comentó que esta realidad es cada vez más común.

El uso excesivo de estas tecnologías hace que se pierda el vínculo comunicativo entre padres e hijos. “Una vez que los papás les facilitan un celular, se olvidan por completo de sus hijos, pierden el vínculo social junto con la parte afectiva; por eso vemos en las escuelas a muchos niños con problemas de agresividad”.

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