LeBron reconoció que había habido mucha intensidad a pesar de tratarse un amistoso
Uno de los amistosos más esperados de la pretemporada NBA se disputó en Las Vegas y los Lakers se dieron un baño de optimismo ante los Warriors. LeBron James se volvió a encontrar durante unos minutos con su Némesis de los últimos cuatro años (ahora rival de División también) y Lonzo Ball debutó, ya recuperado totalmente de sus problemas de rodilla durante el verano.
Así que el primer partido de LeBron y Lonzo (que ya ha definido al 23 como un ‘hermano mayor’) juntos, otro foco de atención, se saldó con triunfo (123-113) y un toque de intensidad no muy habitual en este tipo de partidos. Los Lakers fueron agresivos en defensa y los Warriors se quejaron mucho del arbitraje: les señalaron 38 falas, un carrusel de ellas en ataque, y Kevin Durant, por ejemplo, cometió las seis reglamentarias en 24 minutos.
En los Lakers, LeBron dejó su show en el primer tiempo: 15 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias en 18 minutos. Después, en la segunda parte, cerraron la victoria Brandon Ingram (26 puntos en 26 minutos), Kyle Kuzma (22 puntos) y un Lonzo que fue de menos a más (7 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias y 4 robos en 23 minutos. Buenas sensaciones en los angelinos, que han enfatizado en toda la pretemporada el ritmo altísimo de juego, y en los Warriors, 18+12 en 24 minutos de Kevin Durant y 23 con 5 asistencias de Stephen Curry en 26. No jugaron Draymond Green, que sigue parado por molestias en una rodilla, ni, claro, DeMarcus Cousins. Los interiores, esta vez con Bell y Jones como titulares, fueron lo más discreto por parte del campeón. Klay Thompson sumó 20 puntos.
Después del partido, el propio LeBron reconoció que había habido mucha intensidad a pesar de tratarse un amistoso: “Es como si los dos equipos estuviéramos afilando las espadas para lo que está por venir”.
diciembre 8, 2024
