La
Más de cuatro declaraciones de los más altos dirigentes de la cúpula civil del PSUV y del Gobierno -la misma torre–, ponen de manifiesto la crítica situación que le está moviendo el piso a la “revolución”. Trataré de hacer una síntesis lo más didáctica posible, de modo que los electores que se mantienen alertas con respecto a las votaciones parlamentarias del 6-D, tomen nota del asunto.
Una de esas declaraciones proviene de la primera cabeza visible del régimen militar; en sus palabras reconoce por primera vez en 17 años, que la derrota del Gobierno podría ser aplastante. Además de admitir la dificultad para ganar las elecciones parlamentarias, se quejó de la poca confianza que en el PSUV tienen en sus aliados. Si se leen entre líneas sus clamorosas llamadas a la “unidad de los revolucionarios”, se puede deducir que los tradicionales electores del PSUV y de las “chiripas” que los acompañan -así tildan ellos a los demás partidos que conforman el llamado Polo Patriótico- están tan descontentos y tan asqueados del colapso que vive el país, que podrían aplicar el “voto castigo”.
Otra de las declaraciones, más diáfana que la anterior, la hizo la segunda cabeza de alto rango de la cúpula ya mencionada, en el oriente de la República. Imploraba el susodicho, en su condición de candidato “vieja cara” del Gobierno, en la lista de un circuito, que el sectarismo en nada favorecía a la “revolución”. Escuchar ese término de labios de un sectario visceral y sembrador de odio, es entender que su prédica está dirigida hacia dentro; es decir, el sectarismo le está doliendo en la madre al “Polo Patriótico”; fundamentalmente en el PSUV.
Otros han expuesto a manera de confesión -traición del subconsciente-, lo que ya es “pan comido” en el país. Entre los predicadores “revolucionarios” que admiten la situación desfavorable que tiene el Gobierno y su “chiripero”, aparece de cuerpo entero y con rostro cariacontecido, el “jefe” de campaña electoral del oficialismo depredador de la vida nacional.
Ese es el panorama que avizoran los promotores de la ruina nacional, quienes después de 17 años se quedaron sin mentiras ni manipulaciones para engañar al pueblo; porque nadie les cree. Corresponde a la Alternativa Democrática (MUD), evitar que los arruinadores de la patria se vuelvan a levantar en los próximos dos meses. ¡Canalizar el descontento y la rabia del pueblo, es tarea primaria para la oposición!