“Los vamos a echar de menos”

Los maestros de Manuel, Yusbely y Miguel, ultimados por su padrastro el 7 de septiembre, recuerdan con tristeza los buenos alumnos que eran

El cuádruple homicidio de Greily Carolina Ortega, alias la "Greña", y sus tres hijos, Manuel José Hernández Ortega (6), Yusbely Margarita Ortega Hernández (7) y Miguel Efraín Ortega (9), lleva 13 días saliendo en las páginas de la prensa regional y aún las autoridades de la Policía científica no dan con el paradero del homicida Manuel Alejandro Espinoza Roa (27) apodado el "Monstruo de Santa Rosa", luego de que la madrugada del lunes 7 de septiembre golpeó, violó y estranguló a su concubina y sus tres hijastros.

Tras la tragedia la comunidad siente la pérdida y pide justicia. Elisabeth Barrios, maestra del colegio Batalla de Carabobo, donde estudiaba en sala de cinco años el menor de las víctimas, suplicó a las autoridades que el asesinato no quedara impune y recordó que Manuel era un niño tranquilo y tímido que no compartía mucho con sus otros compañeritos. "Si nos iba a pedir algo a las maestras, lo decía al oído".

La educadora contó que Greily, la madre de los pequeños, era quien siempre los llevaba y buscaba en la puerta del colegio las veces que asistían, porque los niños faltaban mucho. "Manuel nunca se quería separar de su madre. Cada vez que lo dejaba en la escuela se quedaba llorando y nosotras lo consolábamos. También era muy apegado a su padre biológico. Ese niño era un ángel y muy aplicado con sus tareas".

El comienzo de clases en el colegio Batalla de Carabobo y Batalla de Boyacá no fue nada emotivo según sus trabajadores, pues la tristeza por la ausencia de los alumnos que murieron de manera violenta los agobia. "Eso que le hicieron a esos niños ha sido una atrocidad y nos duele, porque los tres eran inteligentes y amigables", expresó Ángela Urdaneta, cocinera del Batalla de Carabobo y vecina de los ultimados, quien recordó cómo Yesbely y Miguel esperaban siempre con ansias el inicio de clases. "Me acuerdo que Miguel, quien padecía de una discapacidad motora en sus piernas, me pedía comida para llevarle a sus hermanos y yo con mucho gusto le daba arepas, chicha y otros alimentos. Ese niño y su hermanita nunca tuvieron problemas de conducta".

"Yo no vi nada"

Carlos Arrieta, apodado por los residentes del barrio Santa Rosa de Agua como el "Taxi", ayer desmintió ante este rotativo las palabras de Manuel Espinoza Roa y aseguró "no haber visto a nadie entrar por la ventana de la casa de las víctimas. Sus cuerpos tampoco los vi y mucho menos le avisé al 'Monstruo de Santa Rosa'. En ningún momento yo vi entrar a alguien a ese rancho. Al único que vi salir de esa pieza fue a Espinoza bastante apurado y diciendo a todo el mundo que iba hacer una cola de supermercado a Greily".

Para "Taxi" el asesinato de la "Greña" y sus tres hijos fue un acto "monstruoso que no tiene perdón de Dios". 

Deisy Ortega mientras escuchaba las palabras del "Taxi" lloraba aún desconsolada por la muerte de su hija y sus tres nietos. "Esto es un hecho insuperable. La única que me da fuerzas es la bebé de siete meses que ese hombre dejó viva". Los vecinos salieron de los hogares para apoyarla sentimentalmente durante la entrevista y exigir que se haga justicia. "Si él no los hubiese matado, entonces no estaría huyendo", decían en voz alta los curiosos.

Elida Ortega, tía de Greily, exigió a la familia del "Monstruo" que revelen a la Policía dónde se esconde su pariente, "pues él tiene que pagar por lo que hizo. Si creen que es inocente ¿por qué no lo entregan?, que se entregue, nosotros no somos asesinos, solo queremos que se haga justicia". 

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