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Quien celebra a Maracaibo, celebra su gente y con ella su fe. Sin duda monseñor Roberto Lückert, primer arzobispo de la Arquidiócesis de Coro, celebra la devoción del pueblo marabino, el sacerdote con 50 años de servicio pastoral señaló que “somos tan fervorosos que si estamos lejos de Maracaibo el 18 de noviembre podemos hasta llorar”.
Recalcó que “los zulianos sentimos la religiosidad dentro del corazón y en nuestra idiosincrasia. Maracaibo debe seguir dando hasta lo que no tiene en función del desarrollo de Venezuela, en este momento de tanta crisis y tanta angustia Maracaibo tiene mucho que hacer”. Lückert le pidió a los marabinos en su día que entiendan que el gran problema de Venezuela no es el poder político, sino el mismo país. “y a los políticos de ambas partes que por favor le bajen un poco a la apetencia del poder, piensen en la gran Venezuela que los necesita”.
El padre nacido en los Haticos, refirió que la Virgen del Carmen, La Chinita, San Benito y el Cristo Negro son imágenes muy veneradas por el pueblo y esto, en parte, gracias a la presencia de los sacerdotes en la entidad. “Somos gente de fe. Somos muy religiosos. Se han duplicado la cantidad de sacerdotes jóvenes en Maracaibo este último tiempo y eso demuestra que en las familias marabinas hay mucho compromiso religioso”.
Auténtico regionalismo
Monseñor Roberto Lückert recordó cómo ha crecido la ciudad, desde que se coronó como el primer puerto petrolero de Venezuela hasta la actualidad. “Maracaibo ha cultivado el regionalismo, pero un regionalismo bien entendido que ha empujado el desarrollo de la ciudad y del país. Es cuna de varios próceres, políticos, intelectuales y médicos, por eso en su cumpleaños debemos sentirnos orgullosos”