Mientras el ministro de Información decía que se trató de una avería por allá por El Tuy, el incapaz militarote ministro de Electricidad y presidente de Corpoelec, Motta Domínguez, afirmaba que era sabotaje, producto del corte de unos cables
Quién iba a pensar que luego de casi seis años de desgobierno, durante los cuales Venezuela entró en la más grave crisis económica, social y política de toda la historia republicana del país, Nicolás Maduro reconociera su exclusiva responsabilidad en torno a este desastre en que se encuentra la nación.
Maduro tenía seis años atribuyendo a una guerra económica de la oposición con el apoyo del “imperio”, la escasez y carestía de elementales productos de la dieta diaria del pueblo venezolano. Se trataba de una estrategia en la cual participaban desde el Presidente, pasando por los altos personeros del Gobierno y dirigentes del partido que los sustenta en el poder. Nada era su culpa o del Gobierno que destruye a Venezuela. Todos los males se originaban en otros lados.
El colapso de la energía eléctrica que deja sin luz hasta los eventos más importantes del partido de Gobierno, como acaba de suceder con el cuarto congreso del PSUV, en momentos cuando hablaba Diosdado Cabello, no es producto de la falta de inversión, de gerencia y de mantenimiento a las plantas termoeléctricas y demás instalaciones que conforman el servicio, sino de sabotaje por parte de los propios trabajadores o entidades extrañas para hacerle daño al pueblo.
Hace pocos días, un gran apagón dejó a oscuras a Caracas, y a los estados Vargas y Miranda. En este hecho se observó la incongruencia de estos canallas que gobiernan. Mientras el ministro de Información decía que se trató de una avería por allá por El Tuy, el incapaz militarote ministro de Electricidad y presidente de Corpoelec, Motta Domínguez, afirmaba que era sabotaje, producto del corte de unos cables.
“Los modelos productivos que hemos intentado hasta ahora han fracasado, y la responsabilidad es mía, es nuestra”, dijo Maduro ante un sorprendido auditorio del evento de su partido, acostumbrado a verlo evadir las responsabilidades en torno a los graves males del país.
Observadores estiman que Maduro se vio obligado a reconocer sus culpas por las fuertes críticas formuladas días atrás en ese mismo lugar por Freddy Bernal, quien soltó esta perla. “Hemos perdido incluso, hasta gobernabilidad. Hay que decirlo. Y somos responsables de ello. No es responsable la IV República. No es responsable Carlos Andrés Pérez. Somos responsables nosotros, porque tenemos 19 años en revolución y ya somos responsables de lo bueno y lo malo en este país”.