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Miseria, mengua, inseguridad y abandono, esos fueron los ingredientes de la torta que partieron los maestros en su día, desde la Plaza Bolívar de Maracaibo, con un claro mensaje hacia el gobernador del estado, Francisco Arias Cárdenas: “No más injusticia con los educadores y obreros”.
Marlene Hernández, coordinadora de la coalición sindical magisterial del Zulia, se hizo eco de la petición de los educadores del estado: “Le exigimos al señor ministro, en estreno, Elías Jaua que revise la convención colectiva nacional para ajustarla a la realidad que vive el educador. La ley es clara, cada vez que la inflación supere los ingresos de los trabajadores, sus salarios y sus condiciones de vida contenidas en las convenciones colectivas deben ser revisados. En el Zulia estamos en estado de coma, moribundos ante la realidad”.
Hernández recalcó que “las escuelas están convertidas en un caos”. Denunció que no hay agua y que la que hay no es apta para ingerir, los baños no sirven, las paredes se están cayendo y los alumnos no tienen pupitres. Para la coordinadora la crisis escolar se agudizará este año debido al incremento en la matrícula de pago en las instituciones privadas. “Para nadie es un secreto que los niños y jóvenes migrarán a las escuelas públicas porque los padres ya no pueden pagar las mensualidades y cómo los recibimos si las condiciones de nuestras escuelas no cumplen las condiciones mínimas que exige la ley”.
En el tema de seguridad, Hernández lamentó que “la inseguridad está acabando con la educación. Todos los días roban un colegio. Hay escuelas que han sido robadas más de 40 veces y todavía no vemos el primer ladrón castigado. No se ve la acción de seguridad por ninguna parte”.
Amor con hambre no dura
Hablar del Programa de Alimentación Escolar es una utopía para los maestros del Zulia. “Es un sueño porque el PAE no existe. En estas primeras semanas de clase hubo un ausentismo total, escuelas con 30 alumnos. Consecuencia de que los padres prefieren dejar al muchacho en su casa para ver qué le pueden dar de comer, lo que resuelvan. Porque en la escuela se les desmayan del hambre porque no hay comida”.
Para el gremio, el 2017 será un año de lucha y de calle si la situación no es tomada en cuenta y resuelta por el ministro de Educación.