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“Esta prórroga ha causado molestia, malestar a todos los ciudadanos”, lamentó Sujeidy Boscán, docente, ante el anuncio de segunda extensión de vigencia del billete de 100 bolívares que perdería validez el 2 de enero, y por orden Presidencial será al 20 de enero. Criticó que salta en medio de la ejecución del plan de acción de la política monetaria para la entrada en circulación del nuevo cono monetario de monedas y billetes.
El aplazamiento hasta la tercena semana de 2017 suena como “excelente” para Hilario Alvarado, obrero, pero hundida en un “desastre”, resaltó Luis Gutiérrez, estudiante. Las contradicciones, intranquilidad y modificaciones de fecha en un bien necesario para las familias ponen en mente de los usuarios marabinos que el año inicia con tropiezos económicos y que es “un desastre que no trae nada bueno”, aseveró Isabel Olago, ama de casa.
Diciembre finaliza cargado imprecisiones. El Gobierno anunció, tras conocerse el 4 de diciembre, según informó el Banco Central de Venezuela, que circularían a mediado de mes billetes de 500, mil, dos mil, cinco mil, 10 mil y 20 mil bolívares, y monedas de 10, 50 y 100, que ordenaba vigencia de 72 horas al papel de 100 bolívares, con ocho días de canje en el ente. Luego modificó la fecha y ordenó sólo cinco días de sustitución sin haber llegado las nuevas denominaciones; decisión que causó reacciones y protestas en varios estados.
Nelson Merentes, presidente del BCV, informó en rueda de prensa que a partir del 15 llegaría al país el primer lote de billetes de 500 bolívares, pero el reporte de la propia institución registró la recepción desde Estocolmo de monedas de 50 bolívares, que hasta ahora circulan en Caracas. José Khan, director, apuntó que hay 192,9 millones de piezas correspondientes a cinco lotes aterrizados en el país.
Para Sujeidy Boscán lo usual “era una circulación” en paralelo. “Poner los nuevos billetes y luego ir sacando el billete de 100 bolívares. Dicen que están llegando las nuevas denominaciones, pero no salen. Esto causa molestia”. Desde 2008 está en vigencia la familia de billetes y monedas señaladas dentro del Bolívar Fuerte, pronto a desaparecer.
Limitar el uso sin abastecer al sistema bancario de las piezas supone “contrariedades. Algo que es inaceptable. No tiene explicación y causa sufrimiento para muchas personas”, cuestionó Hilario Álvarez. Restricciones que sintió la sexagenaria Isabel Olago cuando fue al mercado rechazaban el pago con el “marrón” porque perdería vigencia.