
Uno
Neuvy Ángel Soto Villalobos (27) y su tío Johnny Soto fueron masacrados por miembros de la banda Los Mudos. Los apuñalaron, los machetearon y finalmente, como si nada de eso hubiese bastado, los tirotearon. A todo eso se suma la indiferencia de parte de los vecinos del barrio El Chaparral que no los asistieron y limitaron su actuar a solo mirar como ambos se desvanecían en medio de la vía pública.
Nadie movió un dedo por ellos hasta que la Policía llegó y llamó a los servicios de emergencia. El esfuerzo marcó la diferencia, al menos para Johnny, quien llegó con vida a la emergencia del Hospital General del Sur. Su sobrino no corrió con la misma suerte. El joven tenía un par de cortes en su cabeza, múltiples heridas por arma blanca en el torso y un disparo de escopeta en uno de sus hombros.
El tío tenía heridas similares, además de su mano derecha casi desprendida, según explicó un familiar. Su intervención quirúrgica no se hizo esperar. Al mismo tiempo sus parientes se abrazaban unos con otro buscando consuelo afuera de la morgue del centro asistencial, mientras la madre de Neuvy gritaba con desesperación adentro del depósito de cadáveres.
Ajustando cuentas
Todo este problema comenzó el pasado lunes a las 7.00 de la noche, cuando Neuvy arribó a su casa en la avenida 72 con calle 148 del barrio El Gaitero. Mientras apagaba su motocicleta, dos hombres a bordo de una camioneta Ford marrón, llegaron y lo despojaron de su vehículo. Al otro día el muchacho recibió la información acerca del paradero de la camioneta en el barrio El Chaparral.
Ezequiel Soto, padre del occiso y hermano del herido, comentó que su hijo le hizo el comentario a su tío y este lo animó a que fuera averiguar sobre la suerte de la moto. “Ayer en la mañana salieron para allá y encontraron a dos personas dentro de la casa”. Indicó que una vez adentro ambos dúos sostuvieron un intercambio de palabras y luego se fueron a las manos.
Los Soto ganaron la contienda, pero se fueron con las manos vacías. Antes de llegar a la salida del Chaparral los miembros de la banda Los Mudos, llegaron y masacraron a Neuvy y a su tío, para luego huir y dejarlos al borde de la muerte.
El acto no quedó del todo impune, uno de los supuestos delincuentes que los Soto golpearon dentro de la vivienda estaba atendiendo sus heridas. Los policías lo reconocieron y lo pusieron bajo custodia, ahora falta capturar el resto del grupo delictivo.