Los aprehendidos fueron puestos a la orden del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Lara
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) aclararon el pasado miércoles el crimen de Johana Aurimar Blanco Luque de 23 años, hecho que ocurrió en el estado Lara.
Durante las arduas investigaciones se pudo conocer que Jorge Manuel Peraza Silva de 20 años asesinó a su novia de un impacto de bala, con un arma casera que su padre fabrica desde hace un tiempo. En medio del temor no sabía qué hacer con el cuerpo y le pidió a su padre y hermanos que lo ayudaran a enterrarla en el patio de su casa.
Los vecinos denunciaron que en esa casa pasaban cosas extrañas y se escuchaban detonaciones muy seguido.
Es por ello que los pesquisas determinaron, después de un arduo trabajo de investigación en el sitio, que el presunto asesino actuó en colaboración con su familia.
Se determinó la identificación de dos de los implicados. La del hijo y la de su padre, Ramón Arcadio Peraza, de 68 años.
Los oficiales del CICPC también dieron con la identificación de los hermanos involucrados, Moisés David Peraza Silva de 19 años y Junior Jesús Peraza Silva, pero ambos se encuentran prófugos de la justicia.
Lo que pasó
Johana era estudiante de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) en el estado Lara y el pasado viernes 6 de mayo fue bien arreglada para casa de su novio, allí compartiría con él.
Los vecinos de la zona estaban alerta pues esa es una vivienda que tiene mucha historia, según contaron, porque el dueño Ramón Arcadio Peraza, ha dedicado su vida a fabricar armas caseras, situación con la que han crecido sus cinco hijos, tres de ellos con antecedentes por porte ilícito, entre esos su hijo Jorge Manuel.
En horas de la noche del mismo viernes, los vecinos escucharon una fuerte discusión con la joven, sabían que no terminaría bien. El sexagenario y sus hermanos, amanecieron bebiendo, y a las 7 de la mañana del sábado se escuchó una detonación en el interior de su vivienda, hora en la que asesinaron a Johana y la enterraron en un pozo séptico envuelta en una sábana.