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El reto para la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a partir de enero del 2017 será canalizar el descontento de la gente en la calle y buscar una salida electoral a la crisis que viven los venezolanos. La dirigencia de partidos de la oposición coincide que será un trabajo en paralelo: ejercer presión desde el plano institucional y calentar las calles de manera pacífica.
Aunque la inconformidad de los ciudadanos crece a diario ante la falta de políticas efectivas que resuelvan la situación económica y social de Venezuela, actualmente no tienen la disposición de salir a la calle a exigir un cambio de gobierno. La causa posible es el congelamiento del diálogo, que trajo consigo la concesión de la calle en el proceso de negociación por parte de la coalición de partidos de la oposición.
Carlos Ocariz, alcalde del municipio Sucre y miembro de Primero Justicia (PJ), considera que en enero el reto será encauzar la demanda de la gente, buscando unas elecciones que conlleven a un cambio de gobierno, lo cual harán impulsando la agenda de calle. “Debemos lograr a través de la presión popular unas elecciones el año que viene”. Acotó que la oposición está activa buscando las soluciones que requieren los ciudadanos, de hecho, dijo que mantienen la misma posición si el Gobierno no cumple con los acuerdos, no tiene ningún sentido volver a dialogar.
Simón Calzadilla, dirigente del Movimiento Progresista de Venezuela (MPV), indicó que la estrategia política de calle será discutida en el seno de la Unidad para establecer una agenda concreta. “En enero, sin duda alguna, retomaremos la agenda de calle y presentaremos las propuestas respectivas al país una vez definidas por la MUD”.
A su juicio, el gran reto será cómo encauzar el descontento que existe en la población por el agravamiento de la crisis que envuelve a Venezuela y el gran obstáculo a vencer es cómo de manera organizada promoverán las acciones de calle que lleven al establecimiento de una consulta electoral.
El segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN) explicó que en el primer trimestre del próximo año, el descontento de la gente aumentará y allí estará el reto de la MUD: cómo canalizar esa inconformidad.
Presión institucional y calle
Para el diputado, Luis Florido, ejercer presión desde la AN es determinante, pues luego de fijar la responsabilidad política y abandono de cargo del presidente Nicolás Maduro, en enero esperan materializar unas elecciones presidenciales para sustituir el Gobierno.
El dirigente de Voluntad Popular (VP) recalcó que la oposición reactivará la agenda de calle a principio de año hasta concretar un cambio político en el país, que aseguró encabezará el Parlamento. “Presión institucional y de calle generará un proceso definitivo de negociación para el cambio político”.
El diputado Elías Matta señaló que producir el cambio en Venezuela será el desafío, con un proceso electoral que debe ir impulsado por una presión de calle, liderando grandes movilizaciones. “No hay duda de que la oposición venezolana tendrá que seguir con protestas de manera pacífica”.
Calle
El último estudio de opinión realizado por Venebarómetro entre el 12 al 24 de noviembre a mil 200 personas en distintos hogares del territorio nacional, arrojó que el 36.6 % de los encuestados no está nada dispuesto a protestar ante hechos como la escasez de alimentos, el alto costo de la vida o la inseguridad, pese a que la evaluación que hacen en cuanto a la gestión del presidente Nicolás Maduro por el bienestar del país es 72.2 % negativa. El sondeo proyectó un margen de error +/- 2.37 % para un nivel de confianza del 90 %.