
En una entrevista realizada por EFE en Madrid, la la que fue enfermera del fallecido presidente de la República, Hugo Chávez, se defendió de las acusaciones que hace el Gobierno venezolano contra su marido -Adrián Velásquez- y hacia ella, y las calificó de pruebas “fabricadas”
Claudia Patricia Díaz Guillén, quién fue enfermera del fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez y tesorera de la República, asegura que su país “no hay Estado de derecho” y denuncia que será “torturada” allí si finalmente España la extradita por delitos que, enfatiza, “nunca” cometió.
La enfermera confiesa que si el Gobierno español decide extraditarla hacia Venezuela su “vida correría más peligro, me van a torturar para que confiese delitos que no he hecho”.
“Nos han querido acusar de unos supuestos delitos que no cometí, no traje dinero de las arcas del Tesoro y mi gestión fue limpia, intachable. Me siento orgullosa de haber ejercido estos cargos por mis méritos propios”, dijo.
Ella confía en la “justicia española. No tenemos nada que esconder”, pero “nos negamos rotundamente a ser unos rehenes políticos”.
Sobre su cargo con el presidente Chávez y su partida del país explica que, “llego a estos cargos por méritos propios” por su “capacidad y la experiencia que tenía”. “Cuando me cesan, inmediatamente lo cesan a él -Jorge Giordani, quien la contrató-, pero dos años después decido salir de Venezuela”.
Dijo que su esposo sale del país “pocos días de morir Chávez, lo amenazaban de muerte, ahorita estoy en un proceso de posible extradición y no puedo decir esos nombres por mi vida”, expresó.
“Llegó una instrucción al ministro escrita de que había que retornar a una empresa los impuestos que había pagado al Tesoro. Obviamente nos negamos, respondimos que era imposible hacer eso. Era una instrucción fuera de ley. Obviamente, me cesan (a las pocas semanas de que Chávez falleciera) porque me dieron instrucciones fuera de ley, esa es la razón, y no las cumplimos, concluyó.