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Un informante confidencial que se hizo pasar por jefe del cartel de Sinaloa informó que Efraín Campo, sobrino de Cilia Flores, momentos antes de ser arrestados por la DEA le confesó que 20 millones de dólares que tendrían de ganancia por la venta de drogas serían utilizado para financiar la campaña política de su “madre”.
Según El Nuevo Herald, periódico matutino de Gran Miami, Campo admite en documentos judiciales que vivió con la primera dama y se refería a sí mismo como “hijo adoptivo” de Flores.
“Según documentos judiciales, Campo dijo que ellos planeaban conseguir la cocaína de manos de rebeldes colombianos. Flores aseguró que la transacción tenía un valor de $5 millones, de los cuales él esperaba recibir $560,000”, reseña el medio.