
Durante la protesta de los gremios de la salud, odontólogos y bioanalistas ofrecieron una radiografía de cómo es la realidad laboral en la que se desenvuelven
La crisis de la salud en Venezuela no discrimina entre los gremios o especialidades y por eso la intergremial de la salud protesta unida desde hace 44 días en al menos 19 estados del país. Exigen, además de un sueldo que satisfaga las necesidades básicas para subsistir en medio de una crisis, medicamentos e insumos para trabajar, pues ya están cansados de decir a los pacientes “no hay” o “ve y compra el medicamento tal, que yo te atiendo”.
Luis Rodríguez, vicepresidente del Colegio de Odontólogos del estado Zulia, estuvo en la protesta que llevaron los gremios este miércoles al Sistema Regional de Salud del estado Zulia y allí ofreció un esbozo de la situación que atraviesan sus colegas del norte de la capital zuliana.
El especialista explicó que el municipio Maracaibo 2, que va desde Las Peonías en la parroquia Ildefonso Vázquez hasta prolongación Delicias, en la jurisdicción de Coquivacoa, hay 23 ambulatorios, tres hospitales, cuatro escuelas y dos liceos, donde los servicios de Odontología no funcionan como deberían.
Los profesionales de la salud bucal cuentan con sillas que usan turbina de manufactura china a las que se les salen los cabezales. “Las turbinas porque con ellas se hacen los principales trabajos que realiza un odontólogo”. Además de eso no reciben gasas y otros insumos que permitan aliviar la situación del paciente.
Recordó cómo hace dos años entregaron anestesia vencida que no fue usada gracias a las diligencias de la supervisora del municipio, quien prohibió su uso.
A la buena de Dios
Las enfermeras y los odontólogos no son los únicos que pasan situaciones que no les permite dar una respuesta adecuada a las personas que llegan a los centros asistenciales. Los bioanalistas también atraviesan circunstancias similares.
Denna Sánchez, bioanalista, indicó que en la actualidad en al menos el 30 por ciento de los laboratorios la situación es “precaria”. Ejemplificó su afirmación con el caso del Hospital de La Cañada de Urdaneta, donde los equipos, como la centrífuga, no reciben el mantenimiento a pesar de ser de vieja data.
Destacó que faltan aires acondicionados, por lo que proliferan las bacterias y muchos de estos recintos no tienen las condiciones de higiene apropiada debido a que presentan hasta goteras en el techo.
Solo en el centro asistencial asisten entre 80 y 100 pacientes en la mañana, mientras que en la tarde pueden asistir unas 40 personas. “En la noche el número de personas varía, pero eso solo allí, imagínate en un hospital como el Universitario”.
Aseguró que muchos pacientes están claros de la situación de los centros de salud, por lo que se manejan dos opciones: La primera es no ir, y la otra, es ir a sabiendas de que deberán comprar los insumos en contexto en el que una aguja de 10 centímetros cúbicos puede costar hasta 10 millones de bolívares.
Para Sánchez, la situación se agravó este año por lo que se unieron a la protesta, ya que con todas esas dificultades para el profesional de la salud y para los pacientes, además de los sueldos, en el que la bioanalista que más gana, cobra el actual sueldo mínimo, no se puede trabajar.