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Según el último reporte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) hay 1.300 millones de pobres en el mundo, de los cuales la mitad son niños, las variables usadas por el estudio para determinar la pobreza están basadas en la incapacidad de acceder a la salud, educación y calidad de vida de estas personas, algunos ejemplos para poder entender a qué nos referimos serían la incapacidad de cocinar con gas, beber agua potable y/o a asistir a la escuela, como podrán darse cuenta es un drama y más aún si nos jactamos de decir que vivimos en el siglo de los grandes progresos tecnológicos.
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Hay una sociedad “moderna” que se desarrolla y progresa, pero una realidad inclemente que deja a otra afuera, los “excluidos” son millones de personas condenadas por haber nacido en la miserable pobreza. Según un estudio del Banco Mundial, la mitad de la población mundial vive con menos de 5.50 dólares al día, todo adulto independiente sabe que con $ 5.50 al día es imposible vivir, quien conoce esta dura realidad sabe que únicamente sobrevive y en esta supervivencia la realidad es dura y obliga a hacer lo necesario para salir adelante, la vida idílica que nos venden en los medios de comunicación se hace distante e inalcanzable, solo la esperanza y los sueños la convierten en realidad.
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La pobreza y la exclusión social son los temas principales de la película ganadora del premio Oscar 2020, en ella vemos reflejada a una familia pobre, que luchando por sobrevivir es capaz de hacer cualquier cosa para intentar lograrlo; y en el otro extremo de la historia, una familia adinerada que exterioriza compasión frente a sus empleados, pero que en el fondo desprecia, para ellos solo el olor es insoportable.
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El olor de la pobreza no es otra cosa que el olor del entorno social en el que viven, es el olor característico de la pobreza, impregnados de basura, contaminación, falta de servicios básicos y cientos de carencias que involuntariamente les dan un olor específico. El “parásito” es un organismo vivo que se alimenta de otro organismo que termina debilitando a este último.
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Este es el mensaje central de la película Parásitos, mientras la problemática de la pobreza no se resuelva, esta será una carga pesada para la sociedad, la pobreza no aporta progreso, por el contrario debilita y atrasa a la sociedad, es un llamado a la conciencia mundial, especialmente para los responsables directos de ella, para que reflexionen y asuman con seriedad este importante tema que nos afecta a todos por igual.
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Desentenderse de la pobreza es inaceptable, el bien común se basa en un equilibrio justo entre quienes integramos la sociedad; a mayor pobreza, mayor desigualdad; a menor pobreza, una sociedad más justa y humana.
noviembre 27, 2024
