Johan Villalobos, director de la escuela Madre Elisa Jaramillo, ubicada en la calle 29N, avenida 30, del barrio Indio Mara, en la parroquia Idelfonso Vásquez, en el oeste de Maracaibo, denunció un bote de aguas servidas en todo el frente de la institución, y pidió a las autoridades una pronta solución, ya que han tenido que suspender las clases en varias oportunidades.
“Al llover tenemos que suspender actividades, porque las aguas de lluvia se mezclan con las negras y se forma una laguna que hace imposible el acceso a la escuela, al ambulatorio y la iglesia, porque la zona colapsa”, explicó al periodista Jonathan Núñez.
En un video difundido por el comunicador social, se ve al frente de la entrada del plantel educativo varios bloques de cemento que sirven como puente para que los 733 estudiantes, docentes y personal de la escuela entren, siempre con el riesgo de caer en las aguas inmundas y putrefactas.
Esta situación, reseñó Núñez, inició hace un par de semanas, y afecta también a la iglesia Santa Inés y al ambulatorio que se encuentran en la misma área.
El bote de aguas negras también ha servido como criadero de zancudos, moscas y malos olores que causan que los moradores de este sector sufran de dengue, enfermedades de la piel y gastrointestinales.
Los afectados piden la intervención de la Hidrológica del Lago de Maracaibo (Hidrolago), la Alcaldía de Maracaibo, la Gobernación del Zulia y demás autoridades para que esta problemática que pone en riesgo la salud de los estudiantes y de la comunidad sea solucionada.
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