Los grandes pueblos se hacen con base en el trabajo, el ahorro y la inversión. Tan exitosos fueron que por siempre la dinámica atrajo a gentes de todo el mundo. Digamos que esa es la premisa básica del razonamiento económico inmersa en nuestra cultura
Reunido con un amigo de siempre, él anotaba que los grandes pueblos se hacen con base en el trabajo, el ahorro y la inversión. Digamos que esa es la premisa básica del razonamiento económico inmersa en nuestra cultura. En honor a la verdad todos los grandes pueblos la han adquirido, desarrollado, adoptado, puesto en marcha y triunfado. Por eso han sido grandes pueblos, grandes civilizaciones
En mi natal Maracaibo, nuestros padres fundadores adoptaron esa receta por mucho tiempo: trabajo duro, muy duro; ahorro e inversión. Tan exitosos fueron que por siempre la dinámica atrajo a gentes de todo el mundo. Sobre todo después de la primera guerra fratricida; una fusión, un crisol de migrantes: españoles, alemanes, franceses, suecos, dinamarqueses, ingleses, holandeses, portugueses, americanos, italianos, gente de toda América, Europa y Asia; vinieron a enraizarse en estas tierras de pasión y furia.
No obstante, con la República se da inicio el proceso de cercenar todos los derechos individuales. Con Gómez se hace constitucional, de ahí a Chávez… el comunismo, es solo cuestión de tiempo.
Nada llega por azar. En Maracaibo como en todo el mundo la tesis marxista también tuvo sus repercusiones. Ante ese avance, desde los centros de debate intelectual son aceptadas las propuestas de Keynes, para administrar las propuestas marxistas de afectar la herencia, centralizar las operaciones y controles bancarios, con ello la moneda y todas sus implicaciones, entre otras
Maracaibo es la hija de proceso de los padres fundadores realizada por los españoles y alemanes; desde su llegada a las tierras de los “Poetas prepotentes”. Maracaibo ha sido un ejemplo de libre empresa, de progreso, de desarrollo. Hoy, lo poco o mucho que se come en Venezuela proviene de los herederos de esa tradición. Hoy como toda Venezuela, Maracaibo está siendo sometida a los arbitrios del socialesclavismo que se practica desde La Habana, con la mirada complaciente del mundo.
Necesitamos, no mesías, sino nuevos padres fundadores conscientes de que la premisa básica del razonamiento económico es: trabajo duro, muy duro, un sueño, ahorro e inversión. A partir de ahí el porvenir, el futuro de Maracaibo y el mundo estará asegurado para nuestras futuras generaciones. Para ello es necesario propagar y conquistar a la gente, para que ella a la vez conquiste su futuro con una libre empresa, progreso y desarrollo. Maracaibo debe ser lo que siempre ha sido: grande entre las grandes; un gran pueblo, una gran civilización.
PD: Un gran brindis por los amigos de siempre