Los feligreses de Santa Lucía se preparan para la bajada de la protectora de la vista, que se efectuará este 10 de noviembre y recorrerá las cuadras de su parroquia
Los feligreses de Santa Lucía se preparan para la bajada de su patrona, la protectora de la vista. La actividad religiosa iniciará a las 5.30 de tarde con la acostumbrada misa para luego realizar el recorrido por la parroquia.
Guillermo Segundo Sánchez, presbítero de la parroquia, comentó que con el apoyo de la comunidad “se está preparando todo” para el encuentro de la santa con sus fieles este 10 de noviembre.
El recorrido por las calles luciteñas iniciará a las 8.00 de la noche y será recibida con las tradicionales gaitas en el Bulevar Santa Lucía. La santa imagen recorrerá las calles en un nicho y la procesión llevará por nombre “Santa Lucía, tesoro del Empedrao”.
La mártir lucirá nueva vestimenta. Para el día de su bajada lucirá el tradicional manto rojo y un traje de color beis, diseñado por una de las habitantes de la parroquia.
En cuanto a la infraestructura de la iglesia, el párroco comentó que “desde el 2003 no le hacían el adecuado mantenimiento y está deteriorada”, sin embargo la Alcaldía aseguró que le harán labores de mantenimiento al templo y que la iluminación ya está lista.
“El alcalde aseguró que se encargarán del mantenimiento. Hasta ahora los trabajos serán en el interior del templo y luego se remodelará la parte exterior, que está muy deteriorada por el salitre”.
Lucía, santa y mártir
Lucía era una joven de noble y rica familia de una ciudad en el Sur de Italia, en los años de las persecuciones de cristianos bajo el emperador Diocleziano en 304 d.C. Estaba comprometida en matrimonio con un pagano, pero para cumplir con una promesa hecha a Santa Ágata, decidió no casarse. El novio no aceptó su rechazo y la denunció ante el procónsul Pascasio como cristiana, hecho por el cual fue torturada y asesinada el 13 de diciembre, según dice la tradición, el día de su martirio.
Cuando Lucía fue arrestada bajo la acusación de ser una cristiana, Pascasio le ordenó sacrificar a los dioses. Irritado por lo que dijo Lucía, ordenó a sus soldados que la llevaran a un lupanar para que la violaran. Los oficiales lo intentaron, pero por más que se esforzaban no podían con ella. Probaron atándola con cuerdas en las manos y en los pies, pero no pudieron. Inexplicablemente, ella permaneció rígida como una gran piedra. Pascacio al enterarse de lo sucedido, acusó a Lucía de brujería y decidió enviarla a la hoguera, pero el fuego no le hizo daño alguno.
Al ver esto, ordenó a que le sacaran los ojos, pero aun ciega siguió viendo. Pascasio furioso la condenó a ser decapitada. La santa es conocida como la protectora de la vista y su culto, antes localizado solo en Sicilia, se difundió por toda Italia y Europa. Hoy en día su fervor está vivo en los países del Norte, donde la conocen como “la que lleva la luz”.