Maduro
Nicolás Maduro ya no puede ocultar su desesperación ante la garrafal acción, antidemocrática e inconstitucional, de convocar una constituyente sectorial que no existe por ningún lado de la Constitución como el único salvavidas que le han buscado los asesores cubanos que de ninguna manera quieren soltar la teta de Venezuela que bastante seca la tienen ya.
Maduro tiene que saber que su indecente propuesta, validada por las comadres alcahuetas y por el inefable Tribunal Supremo de Justicia, dirigido por presuntos magistrados que no atienden a la esencia y el imperio de la ley sino a las directrices que les imparten desde ese poder omnímodo en que se ha convertido el palacio de Miraflores, arrasa con lo establecido muy taxativamente en el artículo 5 del texto sagrado: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”..
Está brumado por las actuaciones de la Fiscal General de la República que ha calificado su propuesta de constituyente como una regresión en materia de derechos humanos al no someterla a una consulta general o referendo como se hizo en 1999 cuando el ex Presidente Chávez formalizo su proposición constituyentista.
Maduro sintió y quedó cimbrado con el latigazo democrático y legalista de la Fiscal que le hizo caer la mascara y salió a decirle a la nación que le va a permitir que vote si acepta o no la constitución que saldrá de esa asamblea constituyente ( ¿o prostituyente?) como si fuera una dádiva que ofrece y no un derecho constitucional del pueblo venezolano de aprobar , en referendo también, ese nuevo texto legal de la república.
Maduro, si en verdad quieres practicar la enmienda de tu error, ordénale al CNE que convoquen un referendo consultivo al pueblo de Venezuela para que diga si quiere o no la constituyente que tú propones , la cual con toda seguridad será rechazada.
En Venezuela y en el mundo todos sabemos que a Maduro no se le puede creer ni el Padre Nuestro, no solo por su condición de comunista y ateo, sino porque es un mentiroso contumaz que es capaz de decirnos después que lo afirmado fue en broma, como lo hizo cuando le propuso a Obama que liberara al independentista portorriqueño OscarLópez y él le entregaba al imperio a Leopoldo López. El resto de la historia lo conoce todo el mundo.