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¿Una mentira? El Banco Central de Venezuela, subsede Maracaibo, no abrió ayer sus puertas para recibir a los usuarios desesperados por hacer depósitos y canje de billetes de 100 bolívares por el nuevo cono monetario. Hasta el jueves, el sistema financiero público y privado aceptó operaciones de depósitos con el papel que cesó su valor para las transacciones dinerarias. Aunque pasadas las 7.00 de la noche, en alocución sorpresiva, el presidente Nicolás Maduro reculó y extendió la validez hasta enero.
El presidente Nicolás Maduro ya había anunciado mediante un comunicado que el BCV disponía de 150 taquillas a funcionar las 24 horas “todo el fin de semana y hasta el martes 20 de diciembre, con prioridad para nuestras adultas y adultos mayores”, leyó Ernesto Villegas, ministro de Comunicación e Información.
Mientras leía la notificación oficial, en Maracaibo los usuarios reclamaron atención. “Hoy (ayer) no van a trabajar en el banco. Váyanse”, recordó Yonelsy Villalobos, vendedora de café, las palabras de un funcionario de la PNB, en la puerta del BCV a la espera del inicio de canje de billetes de 100 bolívares.
El anuncio del oficial le sonó como una bomba al oído. Aunque le agradece que “al menos nos dijo algo”. Rechazó el silencio de las autoridades regionales. “Anoche el Presidente (Nicolás Maduro) dijo que iban a dar apertura a depósitos y está cerrado. Cómo hago con lo que vendí porque tenía que vender a gente que es pobre. Yo tengo mi puesto en la intersección de San Isidro donde vendo prensa, café, yuca. Estoy agradecida con el Gobierno, pero esto me deja asombrada. Los pobres estamos pagando los platos rotos de las mafias. No había necesidad de todo eso. Abran el banco”, criticó Villalobos.
Contenía las lágrimas. Aseguro sentir “mortificación” por no tener dinero para pagar las deudas al “yuquero. Por la gente que no tiene. Solo queremos que nos atiendan antes de que se desborde el banco de gente”, clamó. El sentir de Villalobos recorría a otros usuarios que pernoctarían en el edificio. “El gobernador (Francisco Arias Cárdenas) tenía un acto en la Plaza Bolívar y la gente se sentó en las sillas a esperarlo y suspendieron el acto”.
Oswaldo Moreno, vendedor de cigarrillos en Ziruma, gritó desesperado que necesitaba cambiar “los reales. No puedo más. Tengo 320 mil bolívares que nadie los quiere. Necesito porque es para dar de comer a mi esposa (e) hijo. Estamos cansados. Qué quiere el Presidente, que salgamos todos”.
En vigilia en el BCV
María Gabriela Villalobos. Evadiéndo el cansancio. Pasadas las 6.00 de la tarde de ayer aún en la sede del BCV, en el centro de Maracaibo, las personas seguían esperando respuestas sobre el canje de los billetes de 100 bolívares. Mostrándo las pacas de dinero y manifestando preocupación por el temor a perder su dinero indicaron que se quedarían allí hasta que los atendieran.
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