Situación volátil en el centro

El tumulto de violentos se armu00f3 con palos y piedras para atacar los comercios. (Fotos: Alejandro Paredes)

Caos atemoriza a transeúntes y policías ante arremetida de un tropel de gente que incita a la violencia. La avenida Libertador concentra los intentos de saqueo por segundo día

Anarquía. Ayer se desató el segundo día de revuelo en el casco central de Maracaibo. "Bachaqueros", usuarios afectados por la falta de efectivo que tenían 24 horas esperando la apertura del Banco Central de Venezuela y "delincuentes" se mezclaron en una multitud que gritaba y corría en la avenida Libertador.

El foco de alteración del orden público inició en el centro comercial San Felipe. Los policías de guardia del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia no lograron contener la muchedumbre y fueron superados por la "turba". Por la frecuencia radial del CPBEZ se escuchó que los comerciantes se armaron para defender sus negocios. "Intentaron meterse en una zapatería", rugía la radio portátil.

Un uniformado, luego de escuchar las claves de seguridad, alertó a sus compañeros motorizados ubicados en el puente Jesús Enrique Lossada, quienes se movilizaron rápidamente. Reinó el nerviosismo. El tropel avanzó. Los hombres cargaban palos. Sonaban los tarantines de los buhoneros que decidieron no abrir por el temor a saqueos. "Agitan a la gente para que corra para pasar corriendo y robar", soltó un agente.

Una comisión de la PNB motorizada entró a toda velocidad a la avenida. Se dispersó el gentío. "Allá van esos policías. Van a echar tiros", dijo una mujer que corría hacia la estación del Metro de Maracaibo. En el puente las autoridades policiales observaban. Tomaban fotos. Radiaban pidiendo refuerzos a la GNB "que tarda en llegar". 

Pasadas las 11.30 de la mañana volvió el desorden. El foco de concentración giró entre las torres de PDVSA y Las Pulgas. En minutos los policías huían ante la demora de los castrenses. Esta vez la muchedumbre aceleró el paso tras agruparse en el extremo de la vía. Los transeúntes que llegaban sin percatarse de la situación retrocedieron. "Corran", gritó un jefe de unidad policial.

El trayecto desesperado apuntó al centro comercial Cima, Gran Bazar, Plaza Lago, Mercado Santa Rosalía. Por radio sonaba tensión en el centro comercial Ciudad Chinita. Un contingente de la GNB salió por las adyacencias del Metro. Sonaban bombas lacrimógenas. En el mercado, a unos 100 metros del caos, los comerciantes esperaban alertas. Un grupo de 20 personas se frenó al ver a los dueños la intención de defender sus negocios. 

Tres unidades militares antimotines recorrieron el centro de Maracaibo. A toda velocidad rodaban a Ciudad Chinita. Se apostaron por unos minutos frente a las residencias Torres del Saladillo, luego siguieron al BCV. A una cuadra policías regionales vigilaban la Basílica de nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Se ordenaba movilización a Makro de La Limpia, una carpa se instaló en el edificio Miranda. El supermercado continuó las ventas de víveres. 

Al mediodía, la Policía regional retomó el control y el tránsito se mantenía restringido. Las santamarías de los centros comerciales estaban abajo. Los agentes vigilaban a los transeúntes. La mirada se centraba en la interconexión de San Felipe y Las Pulgas. Reducidos grupos de hombres mantenían tertulias. 

"Completa normalidad"

El Cuerpo de Policía del estado Zulia mantendrá el patrullaje en el estado. Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público, publicó en su cuenta de Twitter que el centro de la capital zuliana está "en completa normalidad". Hubo intentos de saqueo que obligó a comerciantes resguardar su mercancía.

Parisi precisó que habrá supervisión en las parroquias. Con las unidades motorizadas patrullarán las sedes de las entidades bancarias. Se extenderá a las zonas comerciales y de ventas de bienes esenciales. La Verdad conoció que con los supermercados se estableció coordinación para atender las llamadas. 

Perijá

También en La Villa, en Rosario de Perijá, hubo tensión en el mercado municipal. Los comerciantes y pequeños negocios trabajaron a medias por los rumores de violencia. La noche del viernes, además, la sede de Mercal fue merodeada. El patrullaje se intensificó tras la zozobra.

Zona norte

Alixel Cabrera. Los comerciantes del centro comercial Caminos del Doral, ubicado en el norte de la ciudad no durmieron. A las 11.20 de la noche del viernes, cerca de 100 personas ingresaron al establecimiento y arrasaron con todo lo que pudieron. Una pizzería, un local de frituras, otro de repostería, una papelería, una tienda de bisutería y otra de infusiones de té –que apenas había abierto sus puertas la semana pasada- fueron los más afectados. Los vándalos partieron los vidrios de los establecimientos y el de una panadería a la que no lograron ingresar pues sus santamarías se lo impidió. “Se llevaron equipos de sonido, cajas registradoras, puntos de venta, todo lo que pudieran encontrar”, aseguró un testigo. En el centro comercial Lago Norte, ubicado en la avenida El Milagro, algunos locales también fueron violentados

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