Tiempo de confusión

No es conveniente alegrarse o hacerse el distraído con los errores que algunos miembros de la Mesa cometen; es indispensable sacudirse el polvo del camino y la mugre de la conciencia para actuar con claridad de pensamiento

Soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad”. Aristóteles

El país está convertido en una especie de Torre de Babel. Reina la confusión por doquier; tanto en los comandos del chavismo sin Chávez que practica a diario la necrofilia tratando de mantener viva la imagen y el culto a la personalidad de alguien que encarnó y desató todo el mal que por ahora padecemos, como dentro de la Mesa de la Unidad Democrática que no logra entender los fines para los cuales se conformó y en consecuencia nos ha puesto a sufrir los efectos de sus extravíos.

Es el momento propicio para que la MUD se reinvente y se renueve para que se incorporen los que deben estar y salgan los que tengan que salir. El objetivo debe ser fortalecer la unidad, incorporar nuevos sectores y actores, saliendo al paso a los francotiradores que consciente o inconscientemente favorecen al adversario. Lo que sí es cierto, es que la MUD debe permanecer como mecanismo de integración de voluntades, pero renovada y relanzada, con un direccionamiento estratégico consensuado entre quienes la conforman, no hagamos cierta la frase del general Francisco Linares Alcántara: “Qué brutos son los hombres de talento”.

El adversario está reconocido y luce debilitado. Afloran sus contradicciones internas; son evidentes los celos de liderazgo; perdieron el favor y el fervor del pueblo; solo los une la ambición y sus gallinas quieren cantar como gallos; están silbando en medio de la oscuridad y la confusión para espantar sus miedos.

Es la gran oportunidad que emerjan los líderes dispuestos a luchar por el país, por las próximas generaciones, y no por los intereses personales y grupales. La nación exige un gran esfuerzo de entendimiento para aclarar el camino de quienes van a conducir el país por senderos de democracia auténtica y no disimulada.

Es necesario apartar “las nulidades engreídas y de reputaciones consagradas” que señaló en su debido tiempo Manuel Vicente Romerogarcía, porque las hay; no es conveniente alegrarse o hacerse el distraído con los errores que algunos miembros de la Mesa cometen; es indispensable sacudirse el polvo del camino y la mugre de la conciencia para actuar con claridad de pensamiento, con inteligencia y actitud magnánima. Ya no habrá excusas para las equivocaciones ni malos entendidos; no habrá cabida para los egos inflamados. Es tiempo de atreverse, la historia está en espera.

Visited 1 times, 1 visit(s) today