Maduro no va a aprobar la apertura del canal humanitario, así mueran miles de venezolanos atacados por la falta de alimentos y de medicinas, porque eso sería reconocer que su gobierno es fallido y estaría moralmente obligado a renunciar
La escasa información que hemos recibido los venezolanos en torno al fracaso de las negociaciones entre el Gobierno y la oposición democrática venezolana, llevadas a efecto en Santo Domingo, no causan ninguna sorpresa a nadie que tenga cuatro dedos de frente.
El gobierno de Nicolás Maduro no tiene ninguna intención de brindar una salida democrática a la grave situación económica, social y política que vive la sociedad venezolana afectada por una hiperinflación galopante que ha acabado con la clase media y ha empobrecido más aún a quienes obtienen menos ingresos por su trabajo, que son las grandes mayorías de Venezuela.
El régimen de Maduro se caracteriza por ser totalitario, mentiroso, simulador, manipulador, irrespetuoso y violador de los más elementales derechos humanos. Maduro no tiene nada que pedir en una negociación. Lo que tiene es que dar o restituir una serie de elementos democráticos que ha conculcado al pueblo venezolano como son los derechos a la libertad, a la información libre y objetiva, a ejercer los derechos democráticos que le reserva la Constitución y las leyes. Designar un CNE confiable y respetuoso de las leyes y reconocer a la AN elegida mayoritariamente por el pueblo venezolano el 6 de diciembre de 2015 y que el régimen desconoció utilizando a su antojo el Tribunal Supremo de justicia.
Es tan descarado este régimen que en medio de las negociaciones utiliza al TSJ para invalidar a la MUD en siete estados del país y obliga a los partidos políticos a validarse nuevamente porque no participaron en las elecciones municipales del mes de diciembre. Maduro no puede pedir que le reconozcan su ilegal ANC elegida en unas elecciones a contrapelo de la Constitución, porque no fue convocada por el pueblo venezolano y en la cual no participó la oposición porque era inconstitucional. Tampoco va a aprobar la apertura del canal humanitario, así mueran miles de venezolanos atacados por la falta de alimentos y de medicinas, porque eso sería reconocer que su Gobierno es fallido y estaría moralmente obligado a renunciar, al no cumplir con las expectativas del pueblo venezolano.
Luego de este fracaso, no queda más camino que el pueblo salga a las calles de Venezuela, a poner en práctica el artículo 350 de la Constitución.