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Yon Goicoechea recuerda a la dirigencia estudiantil que salió a la calle en el año 2007 para rechazar el cierre de RCTV. Entonces, con 23 años, lideró más de 40 manifestaciones en el territorio nacional, generando reacciones tanto en el oficialismo como en la oposición. Hizo una pausa para estudiar una maestría en Derecho Petrolero en la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Después se radicó en Madrid, España, y hace mes y medio regresó a Venezuela “para dar la batalla por la democracia”.
Su aspecto ya no es el mismo. Ahora tiene 31 años y dos hijos. Asegura que al igual que él, muchos regresarán al país. En su caso, garantizó que no dejará de ser pieza clave en el momento crucial para el futuro del país.
“Regresé porque soy venezolano, porque quiero vivir con mi familia, no quiero que nos quiten el país y que tengamos que vivir como si no tuviéramos uno. Me niego a rendirme y a entregarle mi país a quienes lo tienen secuestrado. Quiero que mis hijos se críen aquí con los valores con los que yo crecí, quiero que tengan abuelos, primos, familia, hallacas. Este es el momento de pelear por esto y no regalarlo. Ahorita es el momento de pelear por Venezuela. Estamos muy cerca de lograr una meta muy importante que es la democracia”, declara Goicoechea en entrevista con La Verdad.
Considera que es el momento de cambiar de gobierno, porque el oficialismo se convirtió en minoría con un gobierno “débil y sin un líder carismático”. Recuerda que cuentan con el apoyo de la comunidad internacional, que la Fuerza Armada está “dividida” y que la economía está “colapsada”. Insiste: “Hay una realidad política y es que se puede derrotar al Gobierno”.
La calle sigue siendo su bandera de lucha. Afirma que la resistencia y la libertad tienen un precio. A su juicio, derrotar una dictadura no es gratis. “Eso puede implicar represión, que nos maten, que nos metan presos, que nos repriman con bombas lacrimógenas, con toda clase de violencia. El precio a pagar por la libertad es el que se nos imponga, pero nosotros tenemos que estar dispuestos a pagar ese precio. Si por salir democráticamente nos van a torturar, pues que le echen pichón. Lo podrán hacer con uno, con dos o con mil, pero no con millones de venezolanos”.
El referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro es una vía pacífica para salir de la crisis, dice Goicoechea.
– ¿Qué representa la calle en la solicitud de referendo?
– La presión necesaria para que el CNE decida para este año una fecha de revocatorio. Si no hay calle, no hay referendo; si no hay calle, no hay fecha para sacar a Maduro. En las instituciones del Estado están muy cómodos. Si nosotros no hacemos presión de calle, esa gente no va a renunciar a esa mantequilla. Estoy seguro que si salimos a la calle consistentemente, por primera vez el Gobierno no dispondrá de una FANB que salga a matar.
Califica la Gran Toma de Caracas, convocada para el 1 de septiembre, como el principio de la lucha cívica nacional y “el impulso que se necesita para llevar esta batalla a otro nivel desde la calle”.
Asegura que a partir de ese día, comenzará la ofensiva democrática en contra de quienes quieren cercenar el derecho al voto. “Probablemente trancaremos las vías porque seremos millones, pero es una forma de protesta. Hay que salir porque este es el mayor momento de vulnerabilidad del Gobierno. Si no nos cansamos los vamos a sacar con la Constitución en la mano”.
Destaca que la recompensa de esa lucha será ver un país sin hambre, que millones de venezolanos regresen a su tierra y que la gente no se muere por falta de medicinas.