¿Cómo es posible que un venezolano en el 2018, gane un monto equivalente que otro en 1956? Más de medio siglo de desarrollo perdido. ¿Cómo una nación con las mejores perspectivas del hemisferio occidental ha podido caer tan bajo?
“Probablemente solo existan cinco monedas en el mundo en el año 2030, el bolívar no será una de ellas”. Robert Mundell, premio Nobel de Economía, 2001.
Todo indica cada vez más, que dicha máxima está haciéndose realidad en Venezuela. Tras 15 años desde cuando se instauró el control de cambios, la inflación acumulada este año (2018), podría ser de 13 mil por ciento; una cifra muy conservadora que puede variar, dependiendo de los promedios de inflación intermensual.
En un principio, la implantación de la medida lució justificada ante los sucesos políticos acaecidos con el paro petrolero de 2002-2003. Y no obstante, que el contexto político y las razones económicas que condicionaron dicha aplicación la justificaron en aquel momento; hoy, resulta evidente que el mantenimiento del control de cambios ha generado altos niveles de inflación, escasez, fuga de capitales y caída estrepitosa de las reservas internacionales.
El fracaso ha sido, en parte, porque el control de cambios no fue una medida económica, sino política. No se puede mantener una medida de esa naturaleza por 15 años, con una economía estrangulada. La hiperinflación ya declarada en Venezuela, a finales del año pasado, no es solo terrible para empobrecer a la gente, sino que además, es un enorme caldo de cultivo para la corrupción.
Para nadie es un secreto, que la devaluación acelerada del bolívar en los últimos 19 años, aunado al corrupto sistema del control de cambios, han tenido un impacto en el nivel de vida de los venezolanos. ¿Cómo es posible que un venezolano en el 2018, gane un monto equivalente que otro en 1956? Más de medio siglo de desarrollo perdido. ¿Cómo una nación con las mejores perspectivas del hemisferio occidental ha podido caer tan bajo?
La “ausencia de divisas” en poder del Estado, reduce aún más las posibilidades del éxito del Dicom, por desestimular la captación de divisas privadas. Resultante? La más lógica, y esperada. En conclusión. La economía venezolana es una economía primitiva. A 15 años del control de cambios, está medida la podemos considerar como “el gran fraude venezolano”.
Cómo un Estado tan rico pudo empobrecer tanto a una nación compuesta por más de 30 millones de venezolanos? El bolívar perdió su valor totalmente (pulverizado), perdió su poder de compra. Y con el anuncio del “petro” -cuya preventa será el 20 de febrero-, el Gobierno lo terminó de liquidar. Sería, la tercera muerte del bolívar, metafóricamente hablando.