El padre Eleuterio Cuevas, párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, considera que pese a la diversidad de relatos históricos, hay evidencias que confirman las tres centurias
El brillo de su corona rodeada de flores ilumina todo a su paso. Miles de personas la rodean, le lanzan flores y agradecen favores concedidos o simplemente le piden que interceda por ellos o sus seres queridos. Ella danza al ritmo contagioso de la gaita con el vaivén que unos 40 servidores le imprimen con su andar. Ya son 306 años que cumple esta renovación de fe, enmarcada en el fervor mariano dedicado a la Virgen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
La Chinita, como cariñosamente le dice su pueblo, tuvo su primer contacto en 1709, cuando con el vaivén, pero de las olas del Lago, llegó aquella tablita a manos de una humilde lavandera. María Cárdenas, quien usó ese trozo de madera para tapar una tinaja de arcilla donde guardaba agua, fue la elegida para ser testigo del milagro de la renovación mariana con más de tres centenarios de historia. Devoción que crece cada año y que está plasmado en gaitas, poesías, bambucos y cientos de libros.
El padre Eleuterio Cuevas, párroco de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, considera que pese a la diversidad de relatos históricos, hay evidencias que confirman las tres centurias de esta celebración. “Existe documentación que certifica que para 1711 existía una Cofradía de La Chinita, lo que evidencia que para ese año ya se conmemoraban festividades en su honor y ratifica el 18 de noviembre de 1709 como la fecha de su renovación milagrosa”.
El párroco de la Basílica afirma que esta devoción mariana se arraigó profundamente en el corazón del pueblo cristiano hasta llegar a transformarse en uno de los cauces más importantes de la evangelización de los zulianos. Reafirma que la presencia “amorosa y tierna de la Virgen Chinita”, es uno de los elementos catalizadores más determinantes de la identidad regional y del gentilicio zuliano consolidado como la expresión más genuina del fervor católico del Zulia.
“La gaita contestataria e irreverente tiene un lazo directo con la devoción chiquinquireña. La grey zuliana, considerada como el himno indiscutible de los gaiteros, es una gaita protesta que le pide a la Virgen que interceda por su pueblo”, precisa el sacerdote zuliano.
Crece la devoción
El fervor por aquella tablita que iluminó el hogar de María Cárdenas, donde hoy se encuentra el Monumento a La Chinita, fue creciendo poco a poco. La humilde vivienda que formaba parte de la Ranchería Maracaibo cada día se hacía más pequeña para la cantidad de personas que se acercaban a rezarle.
Relatos populares aseguran que en 1742 se decidió llevarla a la Catedral de Maracaibo, considerada en aquel entonces como la iglesia de los ricos, pero al momento del traslado la tablita que apenas mide 29 centímetros por 23 se puso pesada. No la pudieron cargar ni los hombres más fuertes del sector. Sugirieron girar por completo e intentar llevarla hasta la ermita de San Juan de Dios, una pequeña capilla hecha con barro y paja, pero que fue escogida por la Virgen como su nuevo hogar.
Ante la mirada de los presentes de ese entonces, retomó su peso natural y se dejó llevar hasta el lugar donde se ha mantenido durante todo este tiempo y que hoy día es conocida como la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
El historiador zuliano Rutilio Ortega afirma que entre 1760 y 1780 se realiza la primera intervención al templo. Su estructura comienza a crecer al mismo ritmo de la devoción mariana, por lo que el 7 de junio de 1806 se concreta la erección a parroquia de tres templos de la Maracaibo de entonces. San Sebastián en la Catedral, Santa Bárbara y San Juan de Dios.
Coronación
Ya para los inicios de 1900, el fervor por aquella tablita se había expandido por todo el país. De allí que en 1921 se crea la Corporación Zuliana para la Coronación de Nuestra Señora de Chiquinquirá, a través de la cual se inicia la remodelación de la iglesia hasta su forma y dimensiones actuales. Esos trabajos culminan en 1941.
Con el templo listo y los trámites necesarios concretados, se realizó lo que se considera la mayor celebración religiosa vivida en el Zulia hasta ese entonces: la coronación de su patrona. El 18 de noviembre 1942, monseñor Marcos Sergio Godoy, tercer obispo de la Diócesis de Maracaibo, acompañado por monseñor Arturo Celestino Álvarez, obispo de la Diócesis de Calabozo, e Isaías Medina Angarita, presidente de Venezuela, entre otras personalidades, se le colocó a la Virgen Morena con una corona de 10 kilogramos de oro de 18 kilates.
Aquel día fue célebre para el pueblo zuliano, el cual se aglomeró cerca de las orillas del Lago, en el sector conocido como La Ciega. Desde ese momento, es cada día mayor el número de devotos que renuevan su fe en compañía de su excelsa patrona. Muchos nacidos en esta calurosa tierra y otros que llegan de diferentes latitudes del país y del mundo. Una ferviente grey que cada día y con mayor fuerza ¡ama y lucha, canta y ora!
Chiquinquirá en Colombia
La devoción a la Virgen de Chiquinquirá tiene su origen a mediados del siglo XVI, cuando se crea un poblado llamado Tunja. Allí arribó Fray Andrés de Ladraque, misionero dominico y promotor de la devoción de la Virgen del Rosario, ya que era una piedad popular promovida por Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Predicadores, conocidos como los Padres Dominicos.
Para cumplir esta iniciativa aprueban traer una imagen de la Virgen del Rosario de España, pero como venía en barco tardaría mucho tiempo en llegar. El sacerdote decidió, mientras la imagen arribara de Europa, mandar a pintar en un lienzo de algodón una imagen de la Virgen del Rosario a un pintor español llamado Alonso Narváez de Andalucía.
El cuadro se pintó en un lienzo con la imagen de la Virgen en el mero centro de la tela, pero quedaba muy solitaria y con mucho vacío hacia los lados, es por ello que los promotores del cuadro ordenan al artista rodear la imagen mariana con adornos de ángeles y querubines; sin embargo el pintor Narváez para congraciarse con el sacerdote misionero decide pintar a la derecha a San Antonio y a la izquierda a San Andrés.
Otra María
El cuadro se deterioró con el paso de los años. En 1577 deciden retirarlo y enviarlo a un caserío rural llamado Chiquinquirá. En 1585, una pobladora devota llamada María Ramos, decide rescatar el cuadro y renovarle su cariño devocional llevándolo a un oratorio muy sencillo.
Casi un año después, la mañana del 26 de diciembre de 1586, la pintura brilló con resplandores y la imagen, que estaba irreconocible, se había restaurado con sus colores originales. Estaba renovada milagrosamente. Desde entonces empezó la devoción a la advocación conocida como Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
Cronología de la Basílica
La Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, es el templo católico más concurrido del estado Zulia en Venezuela, ubicada en el centro de la ciudad de Maracaibo. Una construcción dedicada a la Virgen de Chiquinquirá, patrona del estado Zulia. La Basílica cuenta con tres naves y dos torres, un altar mayor, un presbiterio y numerosos nichos dedicados a diversos santos.
En 1686 el capitán Juan de las Nieves Andrade construye una ermita de barro y paja en honor a San Juan de Dios de quien era devoto.
En 1709 ocurre el milagro de la restauración de la tablita. Una humilde señora encuentra la tablita a orillas del Lago de Maracaibo y la coloca como tapa de una tinaja, luego escuchó un golpeteo y unas luces que venían de su casa y al entrar encontró en la tablita la imagen resplandeciente de la Virgen y el niño junto a San Antonio y San Andrés. La imagen en la tablita se convirtió en objeto de peregrinación para los devotos, y la tablita fue trasladada a la ermita de San Juan de Dios, (actual Basílica).
En 1712 el gobernador de la provincia de Maracaibo Francisco de la Roche Ferrer decreta la construcción de la iglesia de ladrillo en donde se encontraba la ermita de San Juan de Dios.
En 1717, el gobernador Guillermo Tomás de Roo ordenó derribar la ermita y construir en su lugar una más amplia entre los años 1717 y 1723.
En 1770 el mayordomo de la iglesia Pedro González de Acuña construyó la primera torre.
En 1858 José de Jesús Romero remodela la iglesia, la cual es rebautizada parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios.
En 1921 monseñor Arturo Celestino Álvarez, segundo obispo de Maracaibo, obtiene del papa Benedicto XV el decreto de elevación del templo a basílica menor.
En el año 2004 se inauguró una plaza monumento a La Chinita frente a la Basílica, la obra fue diseñada y ejecutada por el arquitecto Alí Namazi, y fue construida por la gestión del gobernador de Zulia, Manuel Rosales.
La Chinita en España
Desde el año 2004 en Madrid (España) veneran a La Chinita y se celebra la Feria igual que en Maracaibo estado Zulia (Venezuela) celebrando así el día de la patrona en España, la celebración se hace en el mes de noviembre de cada año, el día especial de la patrona es el mismo día que se celebra en Maracaibo, el 18 de noviembre, con una misa y después una serenata gaitera con el grupo Madrid-Maracaibo en Gaitas.