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Personas en Barcelona este sábado 26 de agosto, realizaron una marcha en rechazo al terrorismo bajo el lema “No tengo miedo”, tras los atentados registrados la semana pasada en Cataluña, en el que resultaron fallecidas 15 personas y más de 120 heridas.
El rey Felipe VI encabezó la representación institucional acompañado del jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, entre numerosos altos cargos y líderes de partidos políticos.
Sin embargo, ninguna autoridad estuvo en primera fila pues los convocantes decidieron que los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad, servicios de emergencias y entidades sociales y profesionales llevaran la pancarta de cabecera, con el lema en catalán «No tinc por» («No tengo miedo»).
Es una «manifestación de la gente», argumentó este viernes la alcaldesa de Barcelona.
Tras la cabecera desfilaron familiares de víctimas de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils (noreste), cometidos el 17 de agosto, y una delegación de organizaciones que trabajan a favor de la paz, contra el racismo y en defensa de los derechos humanos.
A continuación caminaban los representantes de las más altas instituciones del Estado español, Cataluña, resto de regiones y principales ciudades de España.
El eslogan de la manifestación, gritado repetidamente, los centenares de rosas rojas, amarillas y blancas -colores de la bandera de Barcelona- repartidas durante la marcha y los aplausos a los cuerpos de seguridad y emergencias se convirtieron en el símbolo de esta movilización ciudadana contra el terrorismo.
«Estamos aquí para mostrar nuestro pésame a quienes han perdido a familiares o seres queridos y también para demostrar que no tenemos miedo, que saldremos adelante y que no podrán con nosotros», explicó la prensa Montserrat, una de las manifestantes.
La marcha terminó en la Plaza de Cataluña, justo al lado de donde uno de los terroristas mató con una furgoneta a trece personas e hirió a más de cien.
Para recordar a las víctimas se leyeron textos de los escritores españoles Federico García Lorca y Josep Maria de Sagarra y se interpretó música de Pau Casals.
«No consentiremos que nos humille ni venza el terrorismo», según el manifiesto leído por la actriz Rosa Maria Sardà y la portavoz de la fundación Ibn Battuta, Míriam Hatibi.
«Porque cuando ellos golpean -prosigue el manifiesto-, en lugar de dividirnos nos encuentran más unidos que nunca en la defensa insobornable de la libertad y la democracia desde nuestra diversidad de culturas y creencias».