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Hemos sido insistentes, el presunto escenario consensuado para salir del chavismo usurpador, sugerido por Mike Pompeo, en nada incluye al régimen. Al ser el castrismo venezolano un grave problema regional y mundial, las naciones afectadas directa e indirectamente están siendo convocadas para estudiar medidas, la llegada de Guaidó a Colombia y a otras latitudes es probablemente la señal más contundente, el plan está en desarrollo.
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También fuimos enfáticos, más de 20 años de castrismo en Venezuela no se acabarían en dos días, bajo nuestra óptica, fue un proceso que comenzó desde el intento de constituyente en 2017, no solo porque violó flagrantemente lo más sagrado que tiene nuestra democracia, la Constitución refrendada por el pueblo, sino por la forma en que se forzó, los más de 500 militantes del PSUV que se autoproclamaron posan en un gran charco de sangre, más de 140 venezolanos fueron asesinados por oponerse a esa arbitrariedad.
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Aguas abajo, todas las decisiones, actos y nombramientos de la ANC carecen de valor legal y legítimo para el mundo democrático, criollo y foráneo, además, el espectro electoral del país también ha quedado fuera de la confianza internacional una vez que, tras haber perdido las parlamentarias 2015, el castrismo venezolano realizó una ilegal reingeniería electoral que le permite el control absoluto de toda elección, al ser él quien impone candidatos, partidos, electores, además de manipular patrón electoral, migraciones de votantes, de centros, horarios, entre un sinfín de tretas más… desde 2015 ninguna elección realizada en el país tiene validez.
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Todo esto nos depara la Venezuela 2020, donde todo lo que posee el régimen es ilegal, ilegítimo, sostenido a través de la violencia institucionalizada. Un régimen que no pudo ser inmune a su propio veneno, terminó destruyendo a su único puntal, PDVSA. Hasta enero 2019 al régimen le alcanzó la tenuidad de su legalidad/legitimidad emanada de las presidenciales 2013, mismas que fueron desarrolladas bajo parámetros de desigualdad, de uso y abuso de los recursos públicos, otra elección bajo el criterio suicida de “condiciones mínimas”. Así, hoy se encuentra desprovisto de todo lo que la democracia exige para ocupar cargos públicos reconocibles.
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Los apoyos internacionales son todo incertidumbre, no existen pronunciamientos oficiales ni públicos, toda vez que sus socios temen a las acciones/sanciones de la comunidad internacional, sin embargo, es conocido que China solo aboga por sus intereses comerciales/financieras, no es incondicional de nadie, ahora que se encuentra a las puertas de convenios comerciales con USA tengan por seguro el tema de su apoyo al régimen de Maduro se encuentra en el tapete, para desgracia de los rojos rojitos. Rusia es poco lo que puede hacer, tiene sanciones y problemas económicos más serios que los de sus aliados caribeños. Los demás son sombríos e indecibles, sostenidos por inconstitucionalidad.
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Léase bien: Todos los escenarios son adversos al régimen, el electoral bajo mismas condiciones post 2015 solo le deparará instituciones desconocidas. Ya los diálogos y negociaciones son cuesta arriba una vez el régimen se burló de ellos hasta la saciedad, solo serían factibles si la única temática fuese el inmediato cese de la usurpación, así lo ha dejado en claro la comunidad internacional. El régimen no podría enfrentar otra rebelión como lo ha hecho en 2002, 2014 ni 2017 toda vez que al perder su estatus de gobierno implicaría una acción inmediata por parte de la comunidad internacional.
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Al régimen se le acabó el tiempo, va de salida, poco o nada hicieron sus detractores, sale por errores propios. El que pudo haber sido el mejor de nuestros gobiernos sale como el peor de los peores y como el más corrupto de la historia de la humanidad. ¡Así tenía que terminar!
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noviembre 15, 2024
