Los sábados por la tarde son para crear música. Con partituras e instrumentos bajo sus brazos, 150 niños de origen hispano asisten a clases para estudiar la teoría y expresarse en la práctica.
Guiados por sus maestros, los noveles artistas le dan vida a sus sueños, construyen puentes multiculturales y transforman, a través de su práctica colectiva, a su comunidad.
El Sistema Texas es el nombre de la escuela. Esta fundación sin fines de lucro nació en Houston, Texas, Estados Unidos, en agosto de 2022. Su misión es usar la música como una herramienta transformadora del futuro de los niños y sus familias.
Sus fundadores y directores, Álvaro Carrillo, Rhomy López, Manuel López Gómez y Jessica Colmenares, son músicos formados en El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Álvaro Carrillo, gestor cultural y maestro de la fundación, explicó que esta organización tiene la visión de establecer una red de integración musical, educativa y social que permita el desarrollo cultural de los niños de Texas.
“Para nosotros, la música es un camino hacia la excelencia. Nuestra historia nos recuerda que la música supera barreras, empodera a las personas, las conecta y las transforma hacia un mundo mejor. Nuestra misión es inspirar a todos a creer en su potencial, a reconocer que la música es arte y un camino hacia un futuro brillante”, afirmó.
Un viaje musical
El Sistema Texas se inició con 15 alumnos. Sus primeros ensayos fueron en escuelas y centros comunitarios. Hoy cuentan con 150 estudiantes cuyas edades van desde los 5 hasta los 25 años.
La organización ofrece cinco programas educativos entre coros y orquestas de cuerdas. Desde 2022 han hecho más de 20 presentaciones en centros comerciales, teatros, colegios e iglesias.
En junio de este año, 15 músicos de la Orquesta Sinfónica Infantil Hispana se unirán a un encuentro internacional de Orquestas Infantiles y Juveniles. Por primera vez tocarán sus instrumentos en París y Roma. Por esta razón están haciendo una recaudación de fondos para ayudar a sus estudiantes en este viaje a Europa.
“Nuestros comienzos fueron humildes, pero estuvieron llenos de pasión y dedicación. Una de las bellezas de El Sistema Texas es su diversidad. Tenemos estudiantes estadounidenses, mexicanos, colombianos, salvadoreños, hondureños y venezolanos. Esta diversidad enriquece nuestro entorno y crea una comunidad única de aprendizaje musical”, acentuó Carrillo.
En 2023, la fundación vio los frutos de su labor al ser reconocida por instituciones
gubernamentales de Estados Unidos. El 17 de julio, el exalcalde de la ciudad de Houston, Sylvester Turner, declaró la fecha como El Sistema Texas Day.
El 13 de octubre, Wesley Hunt, representante del Distrito 38 del Congreso de Texas, en Washington, hizo una proclama. “El Sistema Texas es un faro de esperanza y transformación en el corazón de Texas”, expresó.
La oficina del gobernador de Texas, Greg Abbott, otorgó dos distinciones a la fundación: el 27 de julio, la maestra y violinista, Rhomy López, quien fue galardonada con la Rosa Amarilla de Texas por su servicio a la comunidad.
Luego, el 28 de diciembre, la institución recibió un reconocimiento oficial debido al impacto positivo que han tenido en el desarrollo cognitivo, social y cultural de sus estudiantes.
Para Rhomy López, fundadora y educadora de El Sistema Texas, la música es un puente que une y transforma. “He sido testigo de cómo puede elevar a las comunidades e inspirar a la próxima generación. Los niños y adolescentes de Houston están provistos de instrumentos y sueños; encuentran en esta maravillosa institución un lugar para crecer y prosperar”.
Y es que luego de 208 horas de entrenamiento anual, estos jóvenes músicos desarrollaron habilidades admirables en el manejo de los instrumentos que actualmente utilizan: el violín, viola, violonchelo, contrabajo y percusión. En su repertorio pueden tocar con agilidad piezas como las Cuatro Estaciones de Vivaldi, la Serenata Nocturna de Mozart y el Burrito Sabanero del venezolano Hugo Blanco.
La fundación ofrece cuatro programas: el Coro Sinfónico Hispano Infantil y Juvenil, la Orquesta Sinfónica Preparatoria, la Orquesta Sinfónica Infantil y la Orquesta Sinfónica Juvenil. Además, tienen audiciones abiertas todo el año.
Futuros líderes
Continuar el legado del maestro Jose Antonio Abreu, crear un mejor futuro a través de la música y trasladar esa herencia a todos los rincones del mundo son parte del motor que impulsa a esta fundación.
Así lo describe la cantante de ópera, Jessica Colmenares, quien también es fundadora de El Sistema Texas.
“La música es un factor motivador de cambio de vida, es un lenguaje universal que nos cambia las perspectivas y esa valiosa herramienta ayuda a los niños a desarrollar todo su potencial. A cada niño se le han presentado dificultades en sus vidas, pero la música les ha brindado un soporte familiar y social donde ellos se sienten en casa, llegan a ensayar y a desahogarse a través de la música” expresó Colmenares, quien es educadora de la organización.
Desde la perspectiva emocional, la música es un medio beneficioso para comunicarse. “Puedes expresar tus emociones: desde la ira hasta el amor y no hay mejor manera que invertir tu tiempo y tu mente en actividades como esta que enriquecen la mente y el alma. Hacen de cada estudiante un líder para el futuro”, añadió.
Ana Sofía Delgado tiene 11 años. Es una de las primeras estudiantes que ingresó a El Sistema Texas y toca el violín II dentro de la orquesta. Su mamá, Rosely Martínez, contó que esta experiencia ha promovido el desarrollo social y cognitivo de su hija.
“En nuestra familia se ha vuelto tradición que Ana toque alguna pieza referente a la festividad que se celebre, sea un cumpleaños o la Navidad, y eso nos llena de orgullo y alegría. Ella adora tocar canciones como el Alma Llanera y Venezuela porque le recuerdan a su adorada Venezuela”, narró Martínez, quien también es voluntaria de la fundación.
La comunidad hispana en Houston ha creado lazos con esta fundación al servir de patrocinadores y aliados. Suman 60 los voluntarios que apoyan a los niños y a sus maestros detrás de cada ensayo y presentación. Lo que comenzó como el sueño de cuatro músicos venezolanos es hoy el motor de 150 niños que descubren los beneficios de la música.
Entre atriles y partituras, entre dulces y vibrantes melodías, se aprende cada sábado en la Iglesia sobre la Roca. Sus espacios sirven de escuela para cientos de niños de origen hispano que crean música con El Sistema Texas. Las melodías las respiran como el aire, la moldean como artesanos y construyen un lenguaje universal que no conoce de fronteras.
Texto: Ana Carolina Morales.
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