Tom Cruise descendió este domingo desde lo alto del estadio de París, en Francia, en un cable durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos 2024.
No necesitó un doble. Fue el propio actor quien lo hizo, aterrizando y siendo recibido por los atletas, algunos haciéndose selfies y otros incluso besándole en la mejilla.
Al más puro estilo hollywoodense y con una chaqueta de cuero negra, el estadounidense tomó la bandera olímpica de las manos de Simone Biles, mientras una motocicleta lo esperaba para salir en su ruta con la misión imposible de llegar de la Ciudad del Amor a la Ciudad de los Sueños y Hollywood.