Venezuela
Una cámara permite capturar imágenes que pueden ser en foto o video-gráfica y lo que debo comunicar es que la película que se va revelando al país sobre la realidad del Sector Eléctrico Nacional, SEN va en “cámara lenta” y no son halagadoras las perspectivas de la continuada crisis eléctrica que sigue azotando a Venezuela. Ya casi una década de atraso energético se ha alcanzado, es decir, consumimos energía muy similar a los años 2006 a 2007, así imposible reactivar económicamente a Venezuela y sin reactivación la escasez y la inflación devoradoras se comen los bolsillos.
El gobierno llega a 2 mil 60 días seguidos ocultando o maquillando la profunda crisis del SEN, para así sostener sus abusivas matrices de opinión. Por los próximos 45 días la deprimida demanda estará estacionaria, pero a finales de agosto, de no sacar el agua que se acapara en Guri por la sub-producción inédita del mismo, con el parque térmico de que disponemos pondrá a Venezuela a seguir sufriendo.
Nunca en 47 años y medio de operación comercial Guri había tenido que apelar a una estrategia de sub-producción en época de lluvias. Si bien está lloviendo, al ver de cerca los números, las mismas indican que para este 2016, todavía no son similares al diluvio acontecido en el 2010. La sequía no es en Guri, la verdadera sequía, la de MW térmicos entra en 121 meses seguidos de insuficiencia. TOCOMA que pudiera ayudar un mundo, todavía se mantiene en tinieblas.
Así que hablemos claro no hay una “nueva crisis”, simplemente, estamos todavía en ella con un cuadro agravado que propulsa la destrucción económica nacional a través de la estrangulación de la electricidad a la sociedad.
Venezuela en pleno siglo XXI gravita hacia lo primitivo. Un país que tiene también un retroceso en Guayana de 37 años. En el ADN eléctrico de Venezuela, Guayana y el resto del país son inseparables e interdependientes, o las dos salen adelante juntas o el país se friega.
De quién depende cambiar este desastre, mírese al espejo que claro y fuerte le hablará. La liberación de Venezuela sigue pendiente.
¡Manos a la obra que si se puede!